Vitoria. El malestar generado por el Gobierno de La Rioja tras su decisión de vetar a los pacientes de localidades alavesas limítrofes en el Hospital San Pedro de Logroño continúa in crescendo. Dos meses después de que cerca de 400 vecinos de Rioja alavesa dejaran de recibir asistencia especializada en este centro, el debate sobre la crisis sanitaria llegó ayer a las Juntas Generales, donde la petición de soluciones "inmediatas" a las dos administraciones implicadas acaparó el protagonismo. Tras un Pleno maratoniano y por momentos caótico en el que el cruce de mociones y enmiendas alargó las comparecencias hasta pasadas las 17.30 horas, los grupos lograron fijar una posición unánime ante esta crisis que pasa, en primera instancia, por exigir que se vuelva a la situación anterior al 9 de septiembre y los pacientes sean atendidos de nuevo en el San Pedro, no sólo en casos de urgencia.
Además, PP, PNV, Bildu, PSE y EB expresaron su "indignación" con el Ejecutivo de Pedro Sanz a raíz de este contencioso e instaron al Gobierno Vasco a "intensificar sus esfuerzos" para desbloquear el conflicto cuanto antes y a negociar con La Rioja una solución para garantizar una atención "de calidad y fácil acceso" a los afectados, que desde hace unos días han sido derivados a los hospitales gasteiztarras de Txagorritxu y Santiago. Muchos han pasado a tener su hospital de referencia a más de 80 kilómetros cuando antes de la crisis apenas les separaban diez.
Pese a que cada uno de los grupos llevó una receta diferente al Pleno, la voluntad de llegar a un acuerdo ha posibilitado que Álava enarbole una voz común ante este conflicto. El PSE, por ejemplo, propuso reforzar el servicio foral de autobuses entre Rioja Alavesa y Vitoria para facilitar la movilidad de los pacientes mientras dure la crisis, aunque esta pretensión se retiró de la enmienda final al contar únicamente con el apoyo de EB. Como complemento a las exigencias principales, los grupos también pidieron al Ejecutivo vasco que siga realizando las acciones que sean necesarias para mantener en las mejores condiciones técnicas y de personal las instalaciones sanitarias en Rioja Alavesa, incluyendo la creación de un centro de salud con especialidades para mejorar la atención sanitaria en la Cuadrilla. En este sentido, Bildu propuso "darle una vuelta" al Hospital de Leza, actualmente destinado a pacientes crónicos, para dotarlo en un futuro de especialidades y algún quirófano que pueda servir para realizar cirugías menores.
Algunas críticas al Gobierno Sanz fueron feroces. Cristina González (PSE), por ejemplo, censuró al presidente riojano por tener "una animadversión personal con Euskadi" y Patxi Martínez de Albeniz (Bildu) le acusó de practicar "la hostia al vasco". Covadonga Solaguren (PNV) criticó la "tomadura de pelo" de la comunidad vecina, Ana Morales (PP) el "grave error" cometido por Sanz, al tiempo que Nerea Gálvez (EB) animó a trasladar el contencioso a la Comisión Interterritorial de Sanidad, donde están representadas todas las comunidades autónomas.
Entretanto el presidente de La Rioja se reafirmó ayer en sus postulados, advirtiendo de que el Gobierno Vasco ha "abusado" y "echado cara" trasladando pacientes a su comunidad, cuando es Euskadi "quien debe prestar esa atención", y abrió tímidamente las puertas al acuerdo si se firma un convenio como el que ya está ultimando con Navarra. Los pacientes de localidades como Viana también han sufrido en sus carnes la decisión unilateral de La Rioja, pero ambos gobiernos cerrarán un pacto "pronto". A diferencia de su compañero de partido, el candidato al congreso y exalcalde de Vitoria por el PP, Alfonso Alonso, también reclamó a La Rioja que "reponga inmediatamente" la atención a los pacientes vascos y finalice esta "insostenible" situación. Alonso consideró "razonable" que San Pedro sea el centro de referencia para los cerca de 10.000 vecinos potencialmente afectados por esta medida.