vitoria. Cuando los usuarios del Banco de Alimentos de Álava pasan por penurias, a los responsables de esta entidad sin ánimo de lucro tampoco les va bien. La recogida y posterior reparto de comida que lleva a cabo esta ONG proporciona, a día de hoy, platos calientes sobre la mesa de cerca de 6.000 residentes en el territorio. "Y la cifra sigue aumentando", asegura Heraclio Palomino, el presidente de este peculiar banco necesitado de cajas de comida y de depósitos de solidaridad. "La producción de las fábricas ha descendido y ya no nos encontramos con tantos excedentes como antes. Sin embargo, contamos con el inestimable apoyo de los supermercados y de muchas empresas importantes de Álava", agradece sincero Palomino.
Dado que la recaudación habitual de alimentos ha descendido, toca apelar al sentimiento ciudadano para poder surtir las esquilmadas despensas de varios miles de familias alavesas. Por ello, a lo largo de este fin de semana, los integrantes del Banco de Alimentos llevarán a cabo su campaña anual de captación en el centro comercial Gorbeia, en Etxabarri Ibiña. Posteriormente, ya en el mes de diciembre, trasladarán la iniciativa al centro comercial El Boulevard para surtir sus almacenes gracias a la solidaridad de los vecinos de la capital alavesa.
"Estamos en un momento verdaderamente alarmante. Tenemos más gente que alimentos y este tipo de campañas constituyen un balón de oxígeno para nosotros", apunta Palomino. Para ilustrar el contexto en el que se mueve actualmente el banco, indica que "aumenta la necesidad y, en contraposición, descienden los excedentes de alimentos de las grandes superficies". "Las producciones en fábrica se están ajustando muchísimo para que no haya que tirar nada. Nuestras recogidas diarias han bajado mucho", reconoce.
alimentos básicos De cara a la campaña de recogida, que hoy arranca y que tendrá su continuación el mes que viene, el presidente del banco recuerda que lo que más se necesita son alimentos básicos. "Un paquete de galletas -aclara- nos viene estupendamente, claro está, pero un paquete de arroz, un kilo de alubias o un kilo de garbanzos nos viene aún mejor. Es algo mucho más alimenticio y nos permite solucionar muchas más comidas".
Frutas y verduras también son recibidas con los brazos abiertos, aunque estos productos abandonan el almacén nada más llegar y no permiten aumentar las reservas. "Disponemos de una fuerza importante de distribución -expone- y todos los productos perecederos que nos llegan salen en el día". "La crisis es una realidad muy dura y entre todos debemos ayudarnos. Yo siempre he dicho que en Vitoria no había hambre, pero hoy no soy capaz de asegurarlo con la misma rotundidad", concluye el presidente.