vitoria. La crisis provocada por el Gobierno de La Rioja con Osakidetza se enquista. El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, advirtió ayer de que Euskadi no se plegará a las exigencias económicas de la comunidad vecina para que los pacientes de localidades limítrofes como Laguardia, Oion o Yécora, vetados desde el pasado septiembre en el Hospital San Pedro de Logroño, vuelvan a recibir allí asistencia especializada como lo venían haciendo desde hace décadas. La "nula disposición al diálogo" del Ejecutivo de Pedro Sanz, a quien Bengoa acusó de moverse en esta polémica por criterios "exclusivamente políticos y con un marcado tinte electoralista", ha propiciado la ruptura de unas negociaciones que tienen como víctimas principales a los cerca de 400 usuarios actualmente afectados. Dadas las circunstancias, éstos seguirán siendo atendidos durante unas cuantas semanas más en los hospitales de Txagorritxu y Santiago, todo un hándicap en materia de accesibilidad. La Rioja sólo asistirá a pacientes alaveses en casos de urgencia y a quienes vengan cumpliendo tratamientos médicos largos en el tiempo mientras no se resuelva este inédito contencioso.

Bengoa, a quien ayer acompañaron el director general de Osakidetza, Julián Pérez Gil, y el director territorial de Sanidad en Álava, Alberto García de Alcaraz, recordó en la sede central del ente público que la "lógica solidaria" entre comunidades autónomas colindantes "siempre ha funcionado bien" hasta que La Rioja ha decidido romper con este modelo. Y todo ello a pesar de que Euskadi presta atención especializada "absolutamente desinteresada" a más de 14.000 pacientes de Cantabria, Burgos, Navarra y, por supuesto, también La Rioja. En los últimos diez años, por ejemplo, Osakidetza ha realizado 225 trasplantes de riñón a pacientes riojanos sin contraprestación económica alguna. Rafael Bengoa anunció que su equipo llevará este contencioso ante el Ministerio de Sanidad "ya, aunque esté en funciones", para reconducir la situación en el plazo "más corto posible". También hará lo propio en la Comisión Interterritorial de Sanidad, en la que están representadas todas las comunidades autónomas.

Las conversaciones entre ambas partes se rompieron definitivamente anteayer ante la negativa del Ejecutivo riojano de volver a la situación de partida, vigente desde la época del Insalud. "Las formas y la negativa a reconducir la situación denotan la nula preocupación del Gobierno de La Rioja por la salud de estas personas", censuró Bengoa. Según puntualizó, el rechazo riojano a atender a los pacientes alaveses sin recibir una contraprestación se convirtió en el "escollo insalvable" que rompió la baraja.

7 millones El consejero evitó entrar en una guerra de números, aunque aseguró que La Rioja ha puesto sobre la mesa una cifra "muy inflada" y ajena a la realidad. El propio Pedro Sanz advirtió la semana pasada de que la atención a los pacientes alaveses le supone al año a La Rioja siete millones de euros. La decisión de su Ejecutivo respecto a Euskadi, a la que se suma otra similar adoptada con pacientes navarros, pone según Bengoa "en serie riesgo la cohesión del Sistema Nacional de Salud".

Cuestionado al respecto, Bengoa aseguró que Osakidetza no dejará de atender a pacientes riojanos a raíz de esta crisis. El consejero también anunció que su equipo mantendrá las reuniones "que sean necesarias" para llegar a un acuerdo aunque con la clara premisa de que no se pagará ni un euro por este servicio.