madrid. La Policía Nacional ha culminado la operación Edén, en la que ha conseguido acabar con los clanes mafiosos que controlaban la noche madrileña, según ha informado el Ministerio del Interior.

La red criminal introducía en España grandes cantidades de droga procedente de Sudamérica, que posteriormente distribuía a menor escala, y contaba con una cobertura empresarial para blanquear los beneficios ilícitos. La Policía informó ayer de que dos de los detenidos quisieron comprar la terminal de carga del aeropuerto de Ciudad Real para introducir entre 8 y 10 toneladas de cocaína al mes. La Policía abortó la compraventa cuando estaba a punto de realizarse.

Según la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, el golpe asestado al conocido como clan de los búlgaros ha culminado con el arresto de 27 personas relacionadas con la seguridad en locales de ocio nocturno y el narcotráfico, principalmente de la Comunidad de Madrid. También se ha desmantelado en esta última fase la actividad de la oficina de cobros, 22 detenidos del clan de los boxeadores dedicados al ejercicio de la violencia contra grupos rivales y al cobro de deudas o imposición de multas por impagos en la venta de estupefacientes.

La investigación, en la que ha colaborado la Agencia Tributaria, ha contado además con el apoyo de las autoridades policiales y judiciales norteamericanas, colombianas y holandesas, según Interior.

En la última fase de la operación se han llevado a cabo 32 registros en los que se han intervenido más de cinco kilos de cocaína, sustancias anabolizantes y esteroides, armas de fuego largas y cortas y más de 125.000 euros en efectivo. También se han bloqueado inmuebles valorados en cinco millones de euros y vehículos por un importe de 170.000. Así la Policía ha terminado de desentrañar un entramado delictivo que operaba en España, y especialmente en Madrid, desde hace más de una década y que estaba integrado por españoles, búlgaros y sudamericanos.

La operación comenzó en 2009 tras la muerte de un portero de discoteca búlgaro, Catalin Stefan Cracion, a las puertas del local Heaven de Madrid, y se ha prolongado durante tres años.

En este tiempo la Policía ha llevado a cabo numerosas pesquisas e intervenciones que se han saldado con un total de 150 detenidos pertenecientes a diferentes clanes -los llamados búlgaros, Miami, iraníes y boxeadores-, algunos de ellos condenados por asesinato. En total se han intervenido 27 millones de euros en efectivo, bienes por valor de 75 millones de euros y 300 kilos de cocaína. También se han decomisado un total de 1.035 teléfonos móviles y se han registrado 93 domicilios y establecimientos.

Por eso el jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) central, Serafín Castro, ha afirmado que se trata de uno de los mayores "macroservicios" llevados a cabo por la Policía y ha asegurado que, tras todas estas detenciones, las extorsiones y la venta de droga en los locales de ocio de madrid "casi han desaparecido". El comisario jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, Emilio Alcázar, afirmó ayer que el conjunto de la operación policial ha sido "de las más complejas, y la principal llevada a cabo contra el narcotráfico". También sostuvo que "ahora la noche en Madrid es bastante más segura" ya que "se han acabado los problemas que suponían las disputas y riñas por el control de los locales de ocio".

El jefe de la Unidad de Blanqueo de Capitales del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, Carlos de Vicente, destacó que se ha desmantelado un entramado de más de 70 empresas ubicadas en Panamá, Malta, las islas del Canal y otros paraísos fiscales, algunos de cuyos miembros tenían patrimonios de más de 17 millones de euros.