Vitoria. La queja generalizada en la ciudadanía alavesa es que en un día de inclemencia meteorológica en la capital es imposible encontrar un taxi. Este pesar se multiplica si la necesidad se traslada a cualquier otro punto del territorio, donde los recursos existentes son menores. Son las circunstancias que acompañan a un sector en el que hay profesionales que lamentan que no se habiliten nuevas licencias, mientras que compañeros de los primeros se lamentan de que no haya suficiente trabajo para tan poco mercado. En definitiva, nunca llueve a gusto de todos. Por ello, alcanzar medidas que satisfagan a todas las partes se torna complicado. Y eso pese a que en los últimos cuatro años, Álava ha concedido 48 autorizaciones para poder ejercer esta profesión.
De todas ellas, sólo 25 se corresponden a nuevas licencias, mientras que las otras 23 se refieren a transmisiones. Además, durante este periodo de tiempo también se ha producido una renuncia y se ha revocado una autorización.
Como es lógico dada la concentración demográfica, el mayor número de éstas se concentra en Vitoria. De hecho, en la capital se han registrado 20 nuevas y 17 transmisiones. Por su parte, en el resto del territorio, Baños de Ebro, Elciego, Llodio, Iruña de Oka y Maeztu han sumado una nueva licencia, mientras que municipios punteros como Amurrio, Llodio y Agurain han recogido dos transmisiones en cada localidad.
Aún así, este redimensionamiento del sector todavía queda lejos de las posibilidades legales que le corresponden a la provincia. Y es que según la orden de 11 de febrero de 2005 del consejero de Transporte y Obras Públicas del Ejecutivo autonómico, el número máximo de licencias previsto para Álava es de 444, mientras que la realidad refleja que, en la actualidad, no hay vigentes más de 248.
A medio gas Esta cifra supone apenas el 55% de la capacidad otorgada por la legislación vigente. En lugares como en la Cuadrilla de Rioja Alavesa, donde a pesar de poder ampliar su flota hasta los diez vehículos, sólo suman siete al no estar habilitadas las previstas para Elvillar, Labastida y Lapuebla de Labarca. Algo similar, aunque en menor medida, ocurre en la comarca de Añana, donde hay un desajuste provocado por un número mayor de licencias de las contempladas en puntos como Iruña de Oca o Kuartango e inexistentes en otros como Berantevilla, Lantarón y Zambrana. En el otro extremo, se encuentran Montaña Alavesa, Zuia y Ayala, que tiene una flota mayor de la prevista en la normativa.
De hecho, la única comarca del conjunto del territorio histórico que se ajusta a lo previsto por ley es la de Agurain, que completa las seis plazas contempladas.