vitoria. Euskaltzaindia recibirá un 27% menos de presupuesto que este año en 2012; el Instituto Labayru, un 12% menos; la Asociación de Amigos del Bertsolarismo, un 20% menos; los programas de fomento de la lectura y el euskera en productos audiovisuales, un 71,4% menos. La partida para realizar investigaciones sobre la situación y desarrollo del euskera se detrae un 30%; la habilitación de traductores e intérpretes jurado, un 62%; y un 60% los trabajos del Consejo Asesor del Euskera. Caen un 22,2% las subvenciones para fomentar el uso del euskera en los centros de trabajo; un 30,8% el dinero destinado a la promoción, difusión y normalización del euskera en el ámbito de las tecnologías de la información; y un 25% el de la promoción del euskera en el exterior.
Además, desaparecen, por ejemplo, distintas partidas para el apoyo al idioma, como los 90.000 euros para el fomento del consumo de medios de comunicación de euskera o los casi 900.000 de la convocatoria para la promoción de largos, cortos y documentales en euskera del programa Zinema Euskaraz... Y el agujero es aún más profundo, tanto como el que cantaba Urko: Euskara putzu sakon eta ilun bat zen.
Pocas veces una sucesión de datos hace tan innecesario acudir a un adjetivo para calificar la situación que el Gobierno Vasco ha reservado a los cientos de asociaciones, fundaciones, municipios e instituciones, a miles de personas en definitiva, que trabajan por el fomento del euskera y la normalización lingüística de Euskadi de cara al próximo ejercicio.
Los datos recogidos en el anteproyecto de los Presupuestos 2012 de la viceconsejería de Política Lingüística, que dirige Lourdes Auzmendi, son inapelables. Si se echa la vista atrás es difícil encontrar un precedente para un tijeretazo de esta proporción. Y eso que desde que el PSE-EE ocupa Ajuria Enea la inversión pública a favor de la normalización lingüística ha ido cayendo inexorablemente año tras año.
Cabe recordar que hasta ahora se habían recortado ya un 4,3% las ayudas a la promoción del euskera y un 6,3% la financiación de la red de euskaltegis; o que se han reducido a la mitad las subvenciones a los estudiantes de HABE. Por no hablar de que se ha cerrado el grifo a las ikastolas de Nafarroa e Iparralde.
Un 7% menos de presupuesto Para el próximo ejercicio, el Departamento de Cultura ha triplicado el recorte de la financiación de Política Lingüística del ejercicio 2011. En concreto, el Gobierno Vasco destinará en 2012 49.652.755 euros al fomento del euskera, 3.742.273 menos que este año. En términos relativos, supone un descenso del 7%, cuando la caída del presente curso político, con similar coyuntura económica, ha sido del 2,2%. Sólo se salvan de la quema varias partidas menores, como un nuevo convenio con British Council Fundazioa (de 11.500 euros) o los 70.000 euros para la creación del Sello de Compromiso Lingüístico. Esta última partida contrasta, sin embargo, con el recorte del programa del que emana: Bikain (Certificado de Calidad de la Gestión Lingüística entre las entidades privadas), que pasa de 100.000 a 70.000 euros.
Los recortes se producen por igual en el ámbito privado como entre las instituciones públicas. De hecho, el dinero destinado a la normalización lingüística en las administraciones públicas pasa de 2,97 a 2,78 millones de euros, es decir, cae un 6,5% y afecta entre otros a programas como el Servicio para la Protección de los Derechos Lingüísticos (Elebide). Y las entidades locales dispondrán de un 10,1% menos en concepto de ayudas para el desarrollo de sus planes generales de normalización del uso del euskera en las administraciones (la partida pasa de 1,8 a 1,6 millones).
Se mantienen, no obstante, las pequeñas aportaciones a EUDEL (51.000 euros) y a la Mancomunidad de Municipios Vascohablantes (28.000).
Sólo Etxepare También se destinarán dos millones y medio de euros menos a la promoción del euskera. El borrador de las cuentas prevé una inversión de 10,7 millones de euros a este fin, frente a los 13,3 de 2011. La comunicación institucional es la que más se detrae (-54,8%), seguida de las campañas de motivación y sensibilización a favor del euskera (-28,8%). En este apartado también desaparece la partida destinada al fomento de consumo de medios euskaldunes, pero se mantiene (aunque con una rebaja de 10.000 euros) el dinero para la difusión del Día Internacional del Euskara.
Tampoco se libra de la sangría HABE. El Instituto de Alfabetización y Reeuskaldunización, afectado por continuos recortes los dos últimos años, percibirá este año para financiar sus gastos corrientes 30.525.000 euros, casi 200.000 euros menos que este año, y un 30% menos para inversiones. Una partida a todas luces insuficiente a tenor de las declaraciones que la propia viceconsejera de Política Lingüística efectuó el año pasado por estas fechas. Auzmendi afirmó que mantenía los 30 millones para "superar los graves problemas estructurales" del instituto, del que aseguró que está "en serio riesgo de colapso". Las posteriores quejas por parte de los euskaltegis que han seguido a esas palabras hasta el día de hoy no hacen sino confirmar el estado crítico de los 105 centros públicos y privados que dependen de esta subvención.
Y el panorama, de cara al futuro, que no parece que vaya a mejorar a tenor de la intención del departamento de impulsar la formación online para ahorrar costes. De hecho, los euskaltegis ya han pedido al Gobierno Vasco un modelo de concertación similar al de la Enseñanza Obligatoria, una petición sobre la que ni Urgell ni Auzmendi se han pronunciado aún.