amurrio. No ha podido ser. La madre naturaleza no ha querido regalar a los viñedos ayaleses ni una gota de lluvia durante el pasado mes de septiembre y, en consecuencia, el grano no ha engordado lo estimado. Por ello no se ha podido alcanzar la ansiada cifra de los 500.000 kilos de uva. De hecho, los resultados de la vendimia dados a conocer esta semana desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arabako Txakolina hablan de una producción final de 421.388 kilogramos, frente a los 443.115 de 2010. Es decir, un 5% menos, y eso que esta campaña "nueve de los 22 elaboradores que entregaban uva por primera vez han aportado 39.000 kilogramos y han contribuido a que la caída no haya sido mayor", apuntaba el gerente de la Denominación, Joxean Merino.
Pese a constatar la reducción del volumen de lo vendimiado, los txakolineros se saben con suerte. No en vano, se espera alcanzar en seis años las 800.000 botellas, una vez entren en producción los nuevos viñedos. Una cifra bastante alejada de las 336.500 botellas puestas en el mercado en 2009 o las 406.500 del año pasado.
En cualquier caso, los motivos del descenso de kilos experimentado en la recién culminada cosecha se encuentran en que "el año 2011 ha sido muy atípico en nuestra zona. Partimos de un invierno característico (frío y lluvioso) y una primavera húmeda y lluviosa; pero tuvimos un mes de julio con mucho agua (prácticamente llovió todos los días) y sufrimos unos meses de agosto y septiembre con una gran sequía que han condicionado claramente la producción de nuestra uva", subraya Merino. La citada climatología ha sido la causante de que "se haya producido un aumento del grado y una reducción de los granos que ha afectado a la producción.