vitoria. Cuando Ryanair quiso renegociar su contrato con Santander, anunció, a modo de escaramuza, una rueda de prensa en Bilbao para presuntamente anunciar su aterrizaje en Bizkaia. Nunca llegó a celebrarse. Es una maniobra habitual. Cuando los aeropuertos se niegan a pagar las cantidades exigidas, ven cómo los servicios de Ryanair se cancelan de repente y se inician días más tarde en un aeropuerto cercano. Con estas armas arrojadizas, este verano Ryanair ha desbancado a AENA, transportando 19 millones de pasajeros hasta julio, un 39% más que hace un año.
La compañía lidera los cielos españoles y encabeza el ranking de subvenciones estatales que se justifican como acuerdos de promoción y marketing, pero que se utilizan para mantener las operaciones. Ryanair disfruta de enormes ayudas en muchos de los doscientos aeropuertos regionales de Europa. Una serie de competidores, entre ellos Lufthansa y Air France, han insinuado reiteradamente que las subvenciones que recibe la aerolínea irlandesa no solo son dudosas, sino que no sobreviviría sin ellas.
Según datos de Facua, ha conseguido "más de 100 millones de euros en los últimos ocho años". Cuando le dejan sin subvención, amenaza con retirar sus aviones o directamente se va. Hace poco se lanzó en picado contra las autoridades españolas que le multaron con 1,2 millones de euros por vulnerar la legalidad o los derechos de los pasajeros. En enero envío una carta incendiaria, escrita en inglés, al ministro Sebastián, en la que le cantaba las cuarenta por tal osadía y le amenazaba con retirar sus aviones.
De hecho, de su flota de 300 aeronaves, ochenta se quedarán en tierra durante este invierno "para hacer frente al encarecimiento del queroseno", y se reincorporarán en primavera. El aeropuerto de Alicante reducirá hasta un 75% el tráfico de pasajeros hasta abril de 2012, como consecuencia de la negativa de Ryanair a operar ante la imposición de usar de manera obligatoria los fingers del aeródromo alicantino, con el consiguiente coste extra. Con el aeropuerto de Zaragoza, las discrepancias surgen desde el gobierno local, que anunció que quizá no podría renovar el convenio con Ryanair. A este respecto, O'Leary ha sido tajante: "Si Zaragoza no cumple con su parte, también nos veremos obligados a dejar la capital de Aragón". Ryanair ya había amagado con irse de Reus este mes de octubre si no recibía las subvenciones exigidas. Ahora ha confirmado que durante el invierno dejará de operar en este aeródromo. En su contencioso con la Generalitat, también el próximo mes reducirá sus rutas desde el aeropuerto de Girona y funcionará apenas a un 25% de su capacidad. Técnicas a la desesperada para reducir costes y lograr beneficios.