vitoria. La operación Verano de tráfico consumió ayer otro día conflictivo. Si el viernes ya se dieron algunos problemas puntuales, especialmente en los accesos a los peajes, ayer las carreteras alavesas se convirtieron en un auténtica trampa para los miles de vehículos que atravesaron el territorio. La red viaria fue incapaz de absorber la gran cantidad de automóviles procedentes de Europa y que se dirigen hacia el sur, por lo que desde primera hora se registraron importantes retenciones que en algunos momentos llegaron a superar los diez kilómetros.
Los mayores problemas se dieron en la autopista AP-1, a la altura de Etxabarri-Ibiña, así como en la incorporación de la carretera N-I a la AP-1, en Armiñón, donde se registraron también grandes colas. La densidad de tráfico fue tal que la Ertzaintza se vio obligada a cortar de manera intermitente los túneles de la autopista y de la autovía para evitar que quedaran parados dentro cientos de vehículos. Por fortuna, no hubo que lamentar incidencias de gravedad, salvo los clásicos golpes de chapa. No ocurrió lo mismo en Navarra, donde murió una persona y dos menores resultaron heridos de gravedad al caer su coche a un río a la altura de Solauren.
Los últimos días están siendo especialmente complicados en lo que al tráfico se refiere en Álava. El buen tiempo que por fin ha hecho acto de presencia en Euskadi ha provocado que muchas personas hayan decidido desplazarse este fin de semana hasta la playa o a algún otro lugar del interior donde poder disfrutar también del buen tiempo. Éstos han coincidido en la carretera con quienes regresaban de sus vacaciones, ya que es final de mes, así como con aquéllos que las comienzan ahora en agosto. Tal coincidencia hizo ayer que las vías se convirtieran en un auténtico embudo.
Cabe recordar que por estas fechas son muchos los vehículos procedentes de Europa que ponen rumbo al sur. El grueso del tráfico es absorbido por la AP-1, ya que quien desconoce y se guía por las señales, esta autopista de pago se presenta como la única opción para dirigirse desde el sur de Francia en dirección hacia Madrid, de ahí que en los enlaces con otras carreteras se produzcan problemas, que es lo que ocurrió durante la jornada de ayer.
Ya a media mañana, la autopista AP-1, dentro del municipio alavés de Zigoitia y en sentido a Burgos, era el punto de mayor densidad de tráfico, según informaban desde el Departamento de Interior del Gobierno Vasco. Se trata de una de las zonas más problemáticas de la red viaria alavesa ya que se termina la autopista a la altura del centro comercial Gorbeia y los coches deben incorporarse a la autovía de Altube para, a continuación, enlazar con la N-I en dirección hacia el sur. Ayer, las retenciones alcanzaban los siete kilómetros, aunque en momentos puntuales llegaron a superar los diez kilómetros.
La situación en Armiñón, en el tramo que enlazan la N-I y la AP-1, tampoco fue mucho mejor. En este punto las retenciones no fueron tan importantes como en Etxabarri-Ibiña, aunque los conductores también tuvieron que armarse de paciencia. Según Interior, las colas alcanzaron los cinco kilómetros, aunque el tráfico denso fue más persistente, ya que se prolongó hasta primera hora de la tarde. En vista de ello, la Ertzaintza optó por desviar a la circulación por la autopista A-68, donde había menos problemas.
Las esperas también se sucedieron en otros puntos de la red viaria vasca, aunque éstas fueron de mucha menor importancia. Se registraron algunos problemas en la autopista A-8, a la altura de Irun, y también en Bizkaia, aunque en este territorio la densidad fue menor que en otras campañas de verano gracias al carril reversible que se abrió desde las 10.00 horas en la vía que una la capital vizcaína con Cantabria.
dispositivo especial Las retenciones coinciden con la operación Salida de vacaciones y para garantizar la seguridad vial, la Policía autonómica ha desplegado durante todo este fin de semana un dispositivo especial a pie de carretera compuesto por casi medio millar de agentes pertenecientes a las Unidades de Tráfico de la Ertzaintza, que están apoyados por otros tres mil ertzainas de las comisarías y por efectivos de las Policías locales.
Como en otras ocasiones, el Departamento vasco de Interior pide a los conductores que sigan una serie de recomendaciones básicas a la hora de realizar desplazamientos en coche. A parte de evitar las horas conflictivas, aconseja comprobar el estado del vehículo antes de salir, respetar las normas de circulación, estar alerta en los adelantamientos, evitar el alcohol y las comidas copiosas, descansar cada dos horas y mantenerse informado sobre la situación del tráfico.