Nairobi. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PAM) necesita otros 360 millones de dólares más (cerca de 260 millones de euros) para afrontar, de aquí a final de año, la crisis del Cuerno de África, afirmó ayer su directora, Josette Sheeran.

"Es la emergencia alimentaria más grave en el mundo", subrayó Sheeran durante una rueda de prensa celebrada en Nairobi, acompañada de los ministros de Exteriores de Australia, Kevin Rudd, y de Cooperación Internacional de Canadá, Beverley Oda, quienes visitaron la región para conocer, de primera mano, la enorme tragedia.

Más de once millones de personas viven una situación crítica en la zona como resultado de una "triple tormenta" producida por "la peor sequía en sesenta años, los altos precios de los alimentos y los conflictos", como el de Somalia, dijo la responsable del PMA. Según Sheeran, el Programa Mundial de Alimentos recibió la pasada semana "el compromiso de 220 millones de dólares" (cerca de 160 millones de euros) destinados a la crisis del Cuerno de África.

Sin embargo, advirtió, "la brecha desde ahora hasta final de año es de 360 millones de dólares" más que hacen falta para atajar la emergencia alimentaria en la región. La escasez de recursos de la ONU está siendo una constante en la presente crisis, ya que la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pidió hace cuatro días 120 millones de dólares (unos 86 millones de euros) para ayudas a la agricultura ante la grave sequía que azota al Cuerno de África. A pesar de la ausencia de fondos, Sheeran remarcó que "hay que intensificar" los esfuerzos para asistir a la población, que sufre elevados niveles de malnutrición, especialmente los niños. La FAO celebra hoy en su sede de Roma una reunión internacional de emergencia para examinar las medidas necesarias para afrontar la crisis en el Cuerno de África. El encuentro fue organizado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) a petición del Gobierno francés en calidad de presidente de turno del G-20. La crisis afecta a la totalidad del Cuerno de África, incluyendo la zona septentrional de Kenia y la región de Karamoja en Uganda. Entre los países más perjudicados por la sequía se encuentra Somalia, donde la ONU declaró el pasado miércoles el estado de hambruna en dos regiones del sur del país, Bakool y Baja Shabelle, algo inédito en los últimos veinte años.

En Somalia, a la sequía se suma la violencia que se vive en el centro y el sur del país, controlado prácticamente en su totalidad por la milicia integrista islámica Al Shabab -vinculada a la red terrorista Al Qaeda-, que ha amenazado en reiteradas ocasiones a las organizaciones humanitarias para que no operen de ningún modo en sus dominios.

En el encuentro de mañana se espera que participen representantes de los 191 países miembros de la FAO, así como otros organismos de la ONU, organizaciones no gubernamentales y bancos regionales de desarrollo. En vísperas de la reunión, la directora ejecutiva del Programa Mundial de los Alimentos, Josette Sheeran, viajó a los países afectados por la sequía y en una rueda de prensa ofrecida en Nairobi (Kenia) señaló que se necesitan 360 millones de dólares (cerca de 260 millones de euros) adicionales para afrontar, de aquí hasta finales de este mismo ejercicio, la crisis.

Georgieva, que visitó el campo keniano de refugiados de Dadaab, aseguró además que la CE está movilizando otros 60 millones de euros, lo que sumado a los 70 millones ya destinados a la zona este año y a otros fondos elevaría el total a cerca de 158 millones de euros.