Vitoria. Los trazos principales que compondrán el Gobierno foral de Javier de Andrés ya se han esbozado con los nombres de los que le acompañarán como diputados, pese a que el diseño final del Ejecutivo no se dará a conocer hasta este jueves.

La última identidad en conocerse corresponde a un departamento que agrupará a dos en uno, por eso de seguir una política austera en tiempos de crisis. En este caso, los que fusionan son Administración Foral y Promoción Económica, cuya única cartera la portará, al parecer, el procurador Luis Viana, con experiencia en las Juntas Generales desde la pasada legislatura y en la propia Hacienda Foral de la que fue inspector. De esta forma, De Andrés cumple con el objetivo de reducir el número de diputados hasta ocho.

Esta nueva área foral será una de las que más peso tenga en el Ejecutivo foral ya que sobre ella recaerá, entre otras, la difícil gestión de ayudas en estos tiempos de crisis, la de tomar las riendas de Álava Agencia del Desarrollo o el patrimonio foral.

Sin embargo, uno de los primeros nombres que se barruntan en los mentideros forales es el de Marta Alaña, quien a la que se postula como la delfín de Javier de Andrés, su mano derecha como teniente de diputada general y responsable de Bienestar Social. Sin embargo, como segunda de abordo, no parece que de momento vaya a tener que dar la cara a los medios de comunicación en la tradicional rueda de prensa de todos los martes tras los principales acuerdos aprobados por el Consejo de Gobierno. Así lo dio a entender la pasada semana el propio diputado general cuando anunció que él mismo se encargaría de estas labores de comunicación, que anteriormente hacía Claudio Rodríguez, para que De Andrés no esté tan a la sombra como su predecesor, Xabier Agirre.

Aunque lo que no será tan fácil para Alaña será su labor al frente de Bienestar Social, al tener que recuperar la calidad de los servicios sociales, con apuestas por las asociaciones sin ánimo de lucro y tener que estrechar a la vez la colaboración con el sector privado.

La lista de las personas de confianza de De Andrés se completará, al parecer, con el juntero y abogado Javier Ruiz de Arbulo, quien será diputado de Entidades Locales y Alicia Ruiz de Infante, procedente del mundo profesional, al encargarse de Obras Públicas y Transportes, cartera de la que se hizo cargo el propio De Andrés, entre 2004-2007, en la época de Rabanera.

Además de reducir el número de diputados a ocho, sólo habrá dos sociedades públicas: Arabako Lanak y Álava Agencia del Desarrollo.

Grandes retos A tres días de que se cierre de forma oficial el Ejecutivo de De Andrés se resuelven una parte de los grandes enigmas de su composición, que prácticamente había quedado eclipsada por el accidentado Pleno de investidura del pasado día 7. El escándalo entonces de las negociaciones de cargos públicos y financiación que Xabier Agirre reveló como exigencias de Ezker Batua centró la actualidad mediática hablando incluso de una posible escisión de la formación progresista.

El Gobierno de Javier de Andrés quedó a un segundo plano y cuando se hablaba de él prácticamente era para mencionar los grandes retos que tenía que afrontar este gobierno en minoría, que cuenta con el apoyo de 16 de los 51 junteros. Una situación, en la que como ya afirmó el propio diputado general, le obligará a tener una postura más "dialogante" para alcanzar acuerdos con todas las fuerzas políticas. Principalmente, deberá hacerse cargo de gestionar unos servicios sociales cuya sostenibilidad futura se encuentra en entredicho, dar una vuelta a la política fiscal para garantizar las inversiones de la institución foral y capear las tensiones que, frecuentemente, se suceden en la provincia en una materia tal sensible como la medioambiental. Todo ello en un contexto de crisis que ha conducido a muchísimos alaveses al paro.

Una posible solución pasa por que el PP siente las bases de un nuevo modelo de servicios sociales que garantice la cobertura de todos los ciudadanos sin poner en peligro las arcas forales. Agirre, a mitad de la pasada legislatura, presentó una hoja de ruta que en algunas de sus estrategias básicas encontró la coincidencia con los ideales del PP.