barcelona. El Govern prohibirá la prostitución en las carreteras catalanas de titularidad propia y estatal a través de una modificación de la ley de carreteras de 2009 dentro de las leyes Òmnibus, que prevé aprobar antes de final de año.
Así lo reveló el conseller de Interior, Felip Puig, y explicó que multarán a prostitutas y clientes que se apeen en la carretera valiéndose de una competencia que sí tiene la Generalitat: la seguridad vial. Así, quiere aprovechar "el margen de maniobra" que les da esta competencia para prohibir la prostitución de carretera, aludiendo que puede distraer a los conductores y provocar maniobras imprudentes.
El nuevo articulado de la ley, dentro del Proyecto de ley de simplificación y mejora de la regulación, contempla la "prohibición de la ocupación temporal de las zonas de dominio público, servidumbre y afectación para realizar usos relacionados con la prestación de servicios sexuales" al considerarlas incompatibles con la seguridad de la vía y su finalidad. Además, considera responsables de las infracciones tanto a las personas que ofrecen la prestación como quienes la solicitan y aceptan.
El régimen sancionador dependerá del Servei Català de Trànsit (SCT), que velará por que la ley se cumpla en todas las carreteras catalanas. En este sentido, el conseller explicó que además de este paso contra las presencia de esta actividad en las carreteras, quieren combatirla en el espacio público urbano homogeneizando ordenanzas municipales "para darles visión global" evitando que el fenómeno pase de una localidad a otra. Finalmente, se propone actuar para regular la actividad de prostíbulos y macroprostíbulos.