Vitoria/madrid. Las instalaciones nucleares españolas han comunicado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) -órgano encargado de gestionar la seguridad en los citados recintos- un total de 44 sucesos en el primer semestre de 2011, once más que los registrados en el mismo periodo de 2010 y 16 menos de los comunicados en 2009 al organismo regulador. En ese contexto, la instalación atómica de Santa María de Garoña, ubicada en el burgalés Valle de Tobalina y a escasos metros de la muga con Álava, se lleva la palma. No en vano, ha sido la planta que ha reseñado más incidencias, con un total de ocho. Ahora bien. El grado de peligrosidad inherente a tales acontecimientos fue prácticamente nulo, según el CSN, ya que, al parecer, no afectaron ni a los trabajadores ni a la población ni al medio ambiente.
A la central castellana, conocida como la de las mil grietas por su edad y los problemas detectados, le siguen con seis episodios, respectivamente, Ascó I y Ascó II (Tarragona). Además, se da la circunstancia de que en tres ocasiones las incidencias detectadas y comunicadas afectaron a los dos reactores a la vez.
Con cinco sucesos notificados en el primer semestre están la central atómica de Vandellós II (Tarragona) y Almaraz I (Badajoz), a las que sigue, con tres sucesos notificados, Almaraz II (Badajoz). La que menos veces ha comunicado algún tipo de incidencia al CSN ha sido la central de Trillo (Guadalajara), con dos sucesos notificados.
En cuanto al nivel en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), los reactores de Ascó y de Vandellós registraron sucesos de nivel I en dicho ranking, mientras que el resto de las incidencias notificadas por el resto de las centrales fueron clasificados de nivel cero. Esto significa que no supusieron riesgo para los trabajadores, la población o el medio ambiente.
Concretamente, Ascó I y II comunicó el 21 de enero un suceso al CSN que fue clasificado por el organismo regulador de nivel I. Concretamente, la instalación notificó que durante las maniobras de colocación de la compuerta de separación entre la piscina de combustible gastado y la zona auxiliar de operaciones, se realizaron movimientos indebidos, en ambas unidades, al trasladar la compuerta por encima del combustible gastado. Se trata de una operación no permitida, por lo que el incidente se clasificó con nivel I en la Escala INES.
Por otra parte, una marcha organizada por Ecologistas en Acción recorrerá el cauce del río Ebro para denunciar las amenazas y problemas ambientales de la cuenca hidrográfica más extensa de España. La iniciativa, que partirá bajo el epígrafe Vive el Ebro, propone una serie de actividades a desarrollar durante el itinerario, desde el nacimiento del río en Cantabria hasta su desembocadura en Cataluña, entre el 9 y el 30 de julio.
La bicicleta y la piragua serán los vehículos elegidos para realizar esta ruta en la que se espera contar con 10.000 participantes, entre las personas que realicen todo el recorrido y aquellos que se unan a las actividades en cada localidad.
Actos reivindicativos en la central nuclear de Garoña y en la térmica de Arrúbal, o contra la destrucción de Sotos en el Parque de Cidacos y la construcción de un campo de Golf en San Vicente de Somosierra, serán algunos de los actos programados.
La marcha está organizada en torno los ejes temáticos de Cambio Climático y Menos para vivir mejor, en "reconocimiento a los límites biofísicos del planeta y la necesidad de ajustar el funcionamiento de los sistemas.