vitoria. Parches y más parches. Las familias de los barrios de más nueva creación están cansados de soluciones provisionales para poder escolarizar a sus hijos. Demandan que se haga un estudio sobre las necesidades que presenta cada zona y una nueva planificación en consecuencia. Sin embargo, no corren buenos tiempos para las arcas públicas, por lo que Educación no está por la labor de construir más centros. Se conforma con meter más niños en cada escuela.

El área que dirige Isabel Celaá, de hecho, anunciaba que incluirá una cuarta línea tanto en la escuela de Salburua como en la de Zabalgana. También abrirá otra clase para niños de cinco años en Mariturri. La decisión permitirá que los pequeños que se han quedado fuera de cara al próximo curso 2011-2012 no tengan que desplazarse a otros barrios, pero no convence a los vecinos. "Nos alegramos por esos padres y madres, pero es una solución coja y mala, lo que realmente necesitamos es un nuevo colegio", asegura Iñigo Lemos, presidente de la asociación vecinal Salburua Bizirik.

Por el momento no hay planes al respecto. Se tendrán que conformar con la única escuela que tiene Salburua, que se inauguró en enero y ya se ha quedado pequeña. Los niños que se queden sin plaza se reubicarán en Adurza, Santa Lucía o Aranbizkarra. "Les interesa llevarlos allí, porque son barrios envejecidos y les sobran plazas", añade.

En el polígono de Zabalgana la situación es similar. Un total de 21 críos no tienen sitio en la escuela del barrio, por lo que han decidido aumentar la capacidad del centro escolar. "Pero, ¿qué ocurrirá cuando Borinbizkarra y Aldaia estén a pleno rendimiento?", se pregunta Leila Martín, de la asociación de residentes Zabalgana Batuz. Para la presidenta de la asociación vecinal, Educación no ha tenido en cuenta las previsiones que ya apuntaban a un importante aumento de la tasa de natalidad en la zona. "Como tampoco ha tenido en cuenta a los chavales que están creciendo, porque del instituto que nos han prometido no sabemos nada, y luego hablan de conciliación", añade.

En Lakuabizkarra, ya llevan cierta ventaja, pero también pasaron por lo mismo. "Al principio se podían quedar 500 niños sin plaza de guardería, ahora no tenemos ese problema", explica Carlos Sevillano. El portavoz vecinal reconoce que aunque con retraso, finalmente el barrio está disfrutando de los equipamientos educativos necesarios. En los últimos años se han inaugurado dos colegios y ya está en construcción el segundo instituto. "En nuestro caso tenemos la incertidumbre de si vamos a poder llenarlos, porque el barrio va a envejecer", apunta.