vitoria. El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, ha decidido prescindir de la recepción a las autoridades que cada año organizaba el Ayuntamiento en fiestas de La Blanca en el palacio Zulueta. La razón no es otra, según el primer edil, que ahorrar los 27.450 euros que los fastos costaban a las arcas municipales. Un dinero que se iba, sobre todo, en obsequios (2.000 euros), pintxos (6.400 euros) y en las medallas de oro que se entregaban en señal de reconocimiento a distintas personas de la sociedad alavesa (7.000 euros). "Destinaremos estos recursos a otras necesidades", explicó Maroto. "La austeridad va desde lo más importante hasta los pequeños detalles", justificó el alcalde tras pronunciar de nuevo su frase preferida durante estos primeros días de mandato: "hay que hacer más con menos".

No es la primera medida que el recién elegido alcalde anuncia dentro de la política de austeridad que quiere imprimir en la Casa Consistorial. Gestos con los que el primer edil recuerda una y otra vez a los vitorianos el mal estado del erario público en época de crisis.

Maroto también ha denunciado públicamente las cuentas del Ayuntamiento, culpando al anterior ejecutivo socialista del déficit que atraviesan las arcas municipales. Una acusación que el anterior gobierno de Patxi Lazcoz considera que es sólo la antesala de los recortes que el PP va aplicar a lo largo de los próximos cuatro años.

También el PNV ha salido al paso de este debate económico urgiendo al alcalde a comparecer ante la Corporación para explicar con detalle las cuentas reales del Consistorio sin alarmismos.