vitoria. A contrarreloj. Así es como están trabajando los criadores de ganado txaroles del territorio y todo Euskadi. Y es que, el dictamen del pasado 29 de marzo de la Comisión Europea que establecía que no se podrán incluir en la denominación Euskal Okela animales que no pertenezcan a las cinco razas consideradas autóctonas del País Vasco amenaza con hacer desaparecer muchas explotaciones de la decena de especies bovinas que se quedarán fuera de la marca, entre ellas la txarolesa, una de las más afectadas.
Así las cosas, las asociaciones se han puesto manos a la obra para trasladar su indignación a las instituciones. Sin ir más lejos, esta misma semana se reunían con el viceconsejero del Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, José Luis Anda, y la directora de Agricultura y Ganadería, Pilar Santamaría, para expresarles su desacuerdo y la necesidad de que el ejecutivo autonómico se implique en la búsqueda de soluciones.
Un encuentro que no sirvió, no obstante, más que para poner las cartas sobre la mesa y señalar la necesidad de realizar propuestas concretas. Así las cosas, la asociación de ganado txaroles de Euskadi (Etxafe) se reunirá de nuevo en estas dos próximas semanas para plantearles las posibles salidas a este conflicto.
El colectivo considera que es necesario en primer lugar un replanteamiento de Euskal Okela. Una marca que, a su juicio, "está hecho con el dinero de las arcas públicas pero que comercializa cada vez menos carne de aquí", apunta Joseba Ibarrola, presidente de la federación de la raza en el territorio y en el País Vasco, que señala que la marca no saca al mercado más del 5% de la producción local. Una cifra que se verá disminuida con la nueva normativa europea que entrará en vigor antes de fin de año y que no sólo retira a una decena de razas sino que también excluye a los animales cruzados o los mayores de siete años.
Y ante tanto obstáculo y la visión negativa de presentar un recurso expresada por el Gobierno Vasco ya piensan en el mal menor. Por ello, en la próxima reunión con el ejecutivo autonómico presentarán las dos válvulas de escape que ven más viables para el sector ganadero y que fijan la necesidad de una fórmula de dar cabida al ganado criado en Euskadi y no a unas razas determinadas. "Hay que abogar por algo que englobe al animal que ha sido producido aquí, con sus correspondientes controles sanitarios, porque nuestra inquietud es que se pueda comercializar más", explica Ibarrola. Por ello, considera que la mejor solución pasaría por articular una marca de calidad o desarrollar una Indicación Geográfica Protegida (IGP) propia aunque eso les supondría una limitaciones de subvención europea.
Antes, este mismo miércoles, la primera toma de contacto llegará en el encuentro con representantes de Euskal Okela, en los que se explicará la situación, se tratará de exponer la situación de los ganaderos que se quedan fuera de la denominación y se buscarán soluciones.