madrid. El Gobierno decidió ayer restablecer el límite de velocidad máximo en autovías y autopistas en 120 kilómetros por hora (km/h) a partir del 1 de julio, tras haberlo reducido a 110 km/h durante cuatro meses para ahorrar energía.
El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, adujo ayer que en este momento la medida "no tiene sentido", ya que cuando se tomó el pasado 7 de marzo el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, rondaba los 115 dólares en un momento de inestabilidad en los mercados. Sin embargo, ahora el barril de crudo está en el entorno de los 106 dólares y la previsión es que continúe a la baja, explicó Rubalcaba.
El barril de Brent cotizaba ayer a la baja y a las 17.30 horas marcaba 105 dólares tras anunciar el jueves la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que va a poner en el mercado 60 millones de barriles de petróleo de sus reservas estratégicas para paliar la falta del crudo de Libia, país inmerso en una guerra civil desde hace más de tres meses.
Rubalcaba, que admitió que la decisión de prorrogar o no esta medida había generado un fuerte debate en el Consejo de Ministros, detalló que la reducción del límite de velocidad ha permitido ahorrar unos 450 millones de euros, a la vez que ha servido para concienciar a los ciudadanos. "La sociedad es más consciente de que correr cuesta, contamina y tiene sus riesgos (...). Mi impresión es que los españoles después de este debate van a correr menos", dijo. El vicepresidente recordó que el coste de cambiar las señalizaciones con pegatinas rondó los 230.000 euros, el mismo que tendrá readaptar las señales. Fuentes del Ministerio de Fomento explicaron que la próxima semana iniciarán los trabajos precisos para el cambio de señales, intentado minimizar los efectos en el tráfico en plena operación salida por el comienzo de las vacaciones de verano.
Rubalcaba insistió en que siempre se ha tratado de una medida "estrictamente económica", desvinculada de la siniestralidad, y que, por ello, cuando han bajado los precios del crudo han decido retirarla. "Siempre lo separamos de la siniestralidad. Bajamos (la velocidad) por disminuir la factura petrolera", insistió.
La limitación de la velocidad máxima fue la medida más polémica del plan de ahorro de energía aprobado por el Gobierno para reducir la factura energética tras el incremento del crudo por los conflictos en varios países del norte de África. Con todas las acciones de ese plan, entre las que también están la rebaja para algunos billetes de Renfe, el incremento del límite obligatorio de biodiésel o el plan renove de neumáticos, el Gobierno busca reducir la factura petrolera en 2.300 millones de euros.
La reducción del límite de velocidad había sido muy criticada por el PP y por las asociaciones automovilísticas. Tras conocerse la decisión del Gobierno, el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, dijo que el Gobierno "no ha cumplido" con el objetivo de ahorro previsto.
reacciones Desde los principales clubes y asociaciones automovilísticas alabaron la decisión adoptada ayer por el Gobierno y cuestionaron la efectividad de la reducción de velocidad. Según su análisis, el ahorro generado se ha debido más a la reducción de la circulación en las carreteras a causa de la crisis que a la propia limitación de velocidad.
En el lado opuesto se situaron los ecologistas. Para Greenpeace, el Gobierno no ha demostrado "suficiente valentía" para mantener en vigor una norma eficaz para ahorrar combustible y reducir la emisión de CO2. La Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA) también pidió prorrogar la limitación de velocidad porque contribuye a rebajar la siniestralidad.