Vitoria. Padres y madres con hijos matriculados en alguna de las cuatro haurreskolas de Salburua han presentado medio centenar de firmas ante el Departamento de Educación para denunciar la falta de plazas escolares dentro del barrio. Los firmantes recuerdan que la única escuela pública de Infantil y Primaria que existe en la zona se ha quedado pequeña para hacer frente a toda la demanda, por lo que creen oportuno que se construya un segundo centro.

El concreto, el documento cuenta con el apoyo de 48 familias. Todas ellas deberán formalizar el próximo mes de febrero la matrícula en el CEP Salburua, con el fin de que sus hijos arranquen las clases en el colegio en el curso 2012-2013. Sin embargo, no todos tendrán plaza si se repite lo sucedido este año. Pese a que la escuela se ha inaugurado este mes de enero, un total de 22 niños de 2 años se han quedado sin sitio para el próximo mes de septiembre, y han sido reubicados en otros centros de Vitoria.

Las alternativas que les plantea Educación son dos: Aranbizkarra o San Ignacio, en Adurza, ambas a una distancia considerable de sus casas. Por eso, añaden en el comunicado que han entregado en la Delegación de Educación de Álava que, hasta que se construya una nueva escuela, se les permita acudir a clase en centros cercanos, como puede ser Ángel Ganivet o Judimendi, por ejemplo.

La reivindicación no es exclusiva de estos padres. Las asociaciones de vecinos del barrio también demandan más equipamientos educativos, en concreto, un nuevo colegio y un instituto, ya que Salburua carece todavía de él. Con este fin han solicitado una reunión con la delegada de Educación, Marian Jáuregui, convencidos de que se tienen que adoptar medidas para solucionar los problemas que ha ocasionado "la mala planificación educativa".

otra baremación En la carta que entregaron el viernes ante Educación, además, señalan una serie de cambios que a su juicio deberían realizarse a la hora de establecer los criterios de baremación que determinan la prioridad de un niño para conseguir una plaza. En concreto, los padres creen que deberían tener cierta ventaja los pequeños que ya estén en alguna haurreskola del barrio. "Queremos que el hecho de estar escolarizado se premie con los mismos puntos, como mínimo, que las rentas más bajas, de modo que los hijos de padres trabajadores no tengan menos oportunidades que los hijos de padre y madre no trabajadores", explican en la nota.

En la actualidad, son las familias con sueldos más reducidos los que tienen más posibilidades de entrar en la escuela, y no todo el mundo está de acuerdo con esta medida. "Se deberían revisar mejor los criterios, ya que los padres y madres que forman parejas que no han formalizado su relación, modifican sus padrones y sólo presentan los ingresos de uno de los miembros de la pareja, cuando lo justo sería que se exigiesen los ingresos tanto del padre como de la madre", añaden.