Vitoria. Están hartos de sortear excrementos de perros en las zonas verdes, de evitar que se les echen encima por no andar atados con la preceptiva correa o de asustarse con sus ladridos por no llevar bozal, de manera que los residentes en Zabalgana, Ibaiondo, Lakuabizkarra, Lakua y El Pilar han comenzado a exigir a la Policía Local a través del Buzón Ciudadano del Ayuntamiento que los agentes extremen la vigilancia para evitar que los dueños de estos animales se salten la normativa municipal. Aseguran que en muchas ocasiones se trata de canes pertenecientes a razas potencialmente peligrosas y que cuando se les llama la atención a sus propietarios, en lugar de solventarse los problemas, se agravan con discusiones.
En el caso de Zabalgana, aunque se citan diferentes puntos en los que abundan los perros sueltos, el nombre que más veces se repite es el de la plaza de Labastida. "Por la tarde, los dueños se juntan allí para charlar y sólo parece que estén atados los pequeños", explica uno de los vecinos. "Este sábado, a las 20.00 horas, contabilicé ocho perros sueltos en el momento en el que una patrulla de la Policía Municipal atravesaba tranquilamente la plaza. Ni un solo dueño salió en busca de su animal al verles llegar, lo que evidencia la impunidad de que disfrutan", añade otro. También se cita el caso de la plaza Porticada. "Les he llamado la atención a los dueños y te contestan de mala manera, alguno hasta te amenaza con azuzarte al perro", completa otra de las residentes en el barrio.
Los afectados señalan igualmente como zonas problemáticas los barrios de Lakuabizkarra -plazas Cataluña, Zumaia, Donostia, Barcelona y Getaria-, Lakua, Ibaiondo y El Pilar. Aseguran que el que los canes campen a sus anchas tiene consecuencias. "Estaba de paseo por la calle con mi hija, que va en carro, y vino un perro y se puso a chuparla. Los dueños, cuando les dije que no la chupara, me increparon. Tengo perros y me gustan los animales, pero no tenemos porque aguantar a los de los demás. ¿Y si no están vacunado o están enfermos?", se plantea un vecino. "He tenido que modificar el recorrido de mi casa al centro cívico de Ibaiondo debido a que todos los días pasaba un rato fatal, tanto por el miedo que me inspiran esos perros como por la respuesta de los dueños de los mismos", lamenta otro.
Las quejas no sólo obedecen al hecho de que los perros anden libres. También surgen protestas a raíz de los excrementos que algunos de sus dueños no recogen. "Vivo en Zabalgana y resulta imposible pisar una zona verde sin llevarte un regalito", explica un ciuidadano. "Deberían denunciar a los dueños que no recogen los excrementos ya que apenas un mes me hice un esguince al resbalarme con uno que había en mitad de la acera", añade un segundo.
La ordenanza municipal reguladora de la tenencia y protección de animales de Vitoria señala, en su artículo 22, que "en las vías y parques públicos y otros lugares de tránsito de personas, los perros irán sujetos mediante cadena o correa y collar; el uso de bozal será ordenado por la autoridad municipal cuando las circunstancias sanitarias así lo aconsejen y mientras duren estas. Tendrán que circular con bozal los perros con antecedentes de mordedores y aquellos otros cuya peligrosidad, a juicio de su propietario, sea razonablemente previsible". En el 23, indica además que "queda prohibido abandonar las deyecciones de los perros en las vías y plazas públicas, parques infantiles, jardines y, en general, en cualquier lugar destinado al ornato y tránsito de personas".