barcelona. Una inspección del Centro de Seguridad Nuclear (CSN) efectuada a la central nuclear de Ascó (Tarragona) durante el primer trimestre de 2011 ha detectado diversas irregularidades en el funcionamiento diario de la central, entre las que se encuentran el hallazgo de material inflamable -entre otros, colillas y un paquete de tabaco- en el edificio de combustible de la central.

El acta del CSN analiza la protección contra incendios de la central, y en el caso de la unidad I detalla el hallazgo de colillas en diversos puntos, así como el cierre inadecuado de alguna puerta y un camión estacionado en una zona prohibida.

Precisamente, Ascó I registró en abril de este año un conato de incendio en el edificio auxiliar durante tres minutos, si bien éste se originó en un cuadro eléctrico que no alimenta equipos de seguridad, y tampoco ocasionó ningún riesgo para las personas o el medio ambiente.

La inspección detectó asimismo en el caso de la unidad II el almacenamiento incorrecto de 19 cajas de folios, la existencia de colillas en el edificio diesel, así como restos de suciedad en algunos puntos.

El equipo de inspectores del CSN también realizó un análisis de la protección de la central frente a condiciones meteorológicas severas e inundaciones, y apunta como resultados que las puertas estancas entre áreas inundables presentan las juntas de goma "en un estado envejecido" y "en ningún caso se notaban elásticas al tacto", mientras que buena parte de ellas estaban pintadas del color de la puerta.

andamios y materiales La visita señala asimismo otras pequeñas deficiencias, como andamios sin anclar en lugares que no deberían estar, materiales olvidados en sitios inadecuados, restos de suciedad y pequeñas fugas de aceite, entre otros aspectos.

Las unidades I y II de Ascó acumulan un tercio de los sucesos notificables en lo que va de año por los ocho reactores que conforman el parque nuclear español, que se dividen en 5 notas informativas de las 14 que se han producido, y 9 reseñas de las 27 emitidas.

Entre estos sucesos se encuentran dos que fueron clasificados con el nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (Ines) -que tiene siete niveles-, y que se produjeron por una maniobra incorrecta en la colocación de las compuertas de separación en la piscina de combustible y por la fuga de 25.000 litros de agua contaminada en el interior, que mojó a 19 trabajadores.

De hecho, Ascó I se reconectó a la red eléctrica a principios de junio, tras los trabajos de recarga de combustible que se prolongaron durante casi dos meses y medio y durante los que se registraron siete incidencias. Ascó debe obtener en octubre el permiso de renovación de su licencia, prorrogable durante diez años, algo a lo que se oponen colectivos ecologistas por entender que esta nuclear concentra la mayoría de problemas en España.