madrid. El trabajo de menores en España es oficialmente "anecdótico" o pasa desapercibido. No existen estadísticas ni informes oficiales que analizen y denuncien la situación que viven miles de niños en nuestro país y, además, la escasa legislación impide una actuación eficaz de las administraciones para acabar con el problema. Prueba de esto es que el Ministerio de Trabajo detectara sólo a 19 menores trabajando ilegalmente en 2010.

Además, organizaciones como Save the Children, Unicef y la Plataforma de la Infancia advierten de que las cifras oficiales no incluyen a menores dedicados a la prostitución.

Las últimas cifras oficiales corresponden a un informe del año 2000 realizado por Unicef a petición del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que calculó en uno 170.000 los menores de edad que trabajaban en todo el país.

Unicef coincide con otras organizaciones dedicadas a la infancia en que estas cifras no reflejan la realidad dado que sólo contabilizan a los niños escolarizados, mientras que las grandes bolsas de trabajo infantil se dan entre los niños de poblaciones marginadas, no escolarizados y en la economía sumergida.

Unicef también apunta que los inspectores de trabajo no tienen competencia para intervenir en casos de servicio doméstico, negocios familiares, delincuencia, explotación sexual y mendicidad.

Diez años más tarde, en 2010, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social detectó un total de 16 infracciones relativas a 22 menores, por las que impuso multas por un total de 102.012 euros. En 2009, las infracciones fueron 22 y afectaban a 56 menores. A estos datos deberían añadirse los 1.300 menores víctimas de trata identificados por la Policía española, cifra que según Save the Children "es sólo la punta del iceberg".