vitoria. "Yo creo que se frenará pronto porque han tomado las riendas de la alerta y están investigando los alimentos implicados. Además creo que la toxiinfección se produjo hace días, y ahora estamos viendo a esas personas que ya adquirieron el microorganismo", se atreve a vaticinar. "De hecho, la enfermedad cursa con una gastroenteritis con diarreas sanguinolentas y, son los casos más graves, donde perduran los síntomas, los que empiezan a detectarse más tarde", señala Vitas.
Se ha desatado una psicosis con el consumo de verduras frescas. ¿Es para estar atemorizados?
El miedo es libre y es cierto que estas noticias producen rechazo al consumo. Pero, como especialista creo que todas las frutas y verduras que consumimos están sometidas a estrictos controles de producción, comercialización y distribución, y son productos seguros. Pero siempre puede haber una mala manipulación y una contaminación en alguna etapa del camino que altere los productos. Y no debemos olvidar que, como consumidores, debemos extremar las medidas de higiene y preparación de los alimentos también en casa.
¿Esta alerta puede conllevar un abandono de la dieta mediterránea?
La tormenta pasará, al igual que ha sucedido con otras crisis alimentarias. Con las vacas locas, hubo mucha gente que no consumió carne de ternera o chuletones durante mucho tiempo, también se dejó de comer pollo por la gripe aviar pero luego, todo vuelve a su cauce. Al final son alimentos que están muy introducidos en nuestras dietas, pasan controles exhaustivos y las producciones son más seguras que nunca.
¿Es sencilla la propagación de la bacteria E.coli?
Su hábitat natural es el intestino del hombre y los animales, con lo cual su dispersión es a través de las heces. Lo normal es que esta contaminación se produzca en derivados de la carne, sobre todo la más manipulada, la carne picada. O en la leche, a través de las ubres. Pero lo habitual es que higienicemos estos alimentos y que se destruyan estos microorganismos. Es posible que las hortalizas afectadas hayan sufrido una contaminación fecal a través de las aguas de riego. Pero luego debe existir un proceso de higienización que nos garantizaría que hemos destruido esos patógenos.
¿Por qué está afectando más a las mujeres?
Las personas más susceptibles del E.coli enterohemorrágico son las inmunodeprimidas, los niños menores de 5 años y los ancianos. Ha habido bastantes mujeres mayores que cumplen con este requisito porque tienen menos defensas. Habrá que analizar también los patrones de consumo de los alimentos implicados.
Pero es inevitable que haya sospechas sobre la seguridad alimentaria.
Los parámetros de seguridad alimentaria son muchísimos y se persigue la seguridad en todos los eslabones de la cadena alimentaria. Pero tenemos la producción, la distribución, el reparto, la refrigeración y en algún momento saltan las alarmas.
Sin embargo esta bacteria no es la más grave.
Cuando estos E.colis enterohemorrágicos salen a la luz es porque hay una mortalidad importante asociada, pero generalmente suelen provocar gastroenteritis que evolucionan favorablemente. En la mayor parte de los casos, la enfermedad cursa sola y los pacientes lo superan sin problema. Pero hay microorganismos que en España causan más daños como, por ejemplo, la salmonella. Aquí es el microorganismo diana.