vitoria. Las nuevas tecnologías también son toda una inyección de ánimo para los niños hospitalizados en Txagorritxu. Una muestra de ello se ve a diario en el blog Hospilandia (Ospital Handia) que ofrece a los niños ingresados un espacio abierto a la comunicación. "La palabra también puede curar", asegura Ana García de Motiloa, profesora del Aula Hospitalaria de Txagorritxu, dadas las vivencias y sentimientos que se pueden compartir en esta "experiencia potente".
La última entrada la escribe Ion, alumno de 8 años de Ana, ingresado por una apendicitis, un amante de los animales, que cuenta lo mucho que le gustan los monos. La anterior es de una imagen de dos cigüeñas enamoradas de Croacia condenadas a separarse casa otoño, que la envía el capellán de Txagorritxu y que, además, ha servido de tema de reflexión en esta clase de Pediatría.
Tampoco faltan los apuntes de Ahyeuri, un niño de 9 años de la República Dominicana, que cuenta lo poco que podía ir a la escuela por "lo mucho que llovía en Los Brazos" o el gran árbol que tenía al lado de su casa y que muestra en su dibujo que ilustra su post. "Es una guayaba, una fruta que se come, muy dulce. Yo me subía al árbol y ahí había una hamaca para mecerme", cuenta este chico, quien reserva las últimas líneas para su padre que vive en Nueva York, a quien en cuanto venga dará un abrazo enorme. "Yo aquí los extraño tanto a ti, tu hermana Natalia y a tu madre que lleva en su vientre tu próximo hermanito. Me alegra todavía más que no hayas olvidado lo bueno de nuestro país. Un beso de tu padre que te extraña". Un ejemplo del poder de la palabra.