Madrid. España va a pedir a la Unión Europea que se refuercen los mecanismos de la red de alerta de seguridad alimentaria (RASFF) y se fijen criterios claros sobre cuándo una alerta debe ser enviada al resto de los países miembros con el objetivo de evitar que se produzcan episodios como el vivido con la actual crisis del pepino, en la que Alemania habría comunicado al resto de la comunidad del Viejo Continente una alerta alimentaria sin contar con las suficientes garantías y evidencias que justificaran esta acción. De este modo lo anunció ayer la ministra de Sanidad, Leire Pajín. "Queremos revisar entre todos el sistema de garantías para evitar alarmas basadas en ninguna prueba y garantizar la seguridad alimentaria. Hay que analizar cómo mejorar el sistema de alertas, que debe trabajar con pruebas y evidencias, no con declaraciones, como se ha hecho estos días", aseveró.

Por otro lado, la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar anunció que el Gobierno y las comunidades autónomas evaluarán conjuntamente con el sector hortofrutícola los daños originados por esta crisis y pondrán en marcha, la próxima semana, una campaña para restablecer la confianza en el sector español tanto en el mercado nacional como en el externo.

La campaña se hará con fondos propios del Gobierno y de las autonomías y se pedirá a Alemania -donde se originó la alarma y se acusó de forma falsa a los pepinos españoles- que se implique en la recuperación de la imagen del sector español.