La prohibición de ir desnudo y sólo en bañador por las calles de Barcelona entró en vigor esta madrugada. Cometerán infracciones leves y serán sancionados quienes sean cazados y se nieguen a vestirse tras un aviso de la Guardia Urbana: de 300 a 500 euros para los desnudos, y de 120 a 300 para los semidesnudos. El Ayuntamiento repartió 15.000 trípticos para informar de las nuevas normas a vecinos y a turistas.
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