Vitoria. El blindaje a los malos humos dispuesto para los establecimientos de hostelería por parte de la Administración funciona. El consumo de tabaco ha desaparecido del interior de bares, degustaciones y cafeterías, sobre todo gracias al civismo de los ciudadanos, para concentrarse en calles y terrazas. Justo donde la legislación lo permite. Pero un reciente estudio impulsado por el Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco ha revelado que cuando cae la noche y la oscuridad extiende un cierto halo de impunidad en los rincones menos transitados, los fumadores sucumben al vicio y apuran sus caladas en el interior de pubs y discotecas. "Frente a tasas de incumplimiento del 1,5% en los bares o del 2,2% en las observaciones realizadas en horario de tarde, en los pubs el nivel de incumplimiento es del 8,7% y en las discotecas del 16,3%", delata el informe. Dentro de la CAV, Álava se destaca como el territorio en el que más establecimientos de hostelería refieren haber recibido quejas relacionadas con consumos de tabaco. Un 30,9% de los locales alaveses reconocen tener constancia de ellas, seguido del 26,7% de los vizcaínos y el 19,3% de los guipuzcoanos.

Aunque la mayoría de los usuarios de este tipo de locales observa escrupulosamente la norma antitabaco, el análisis realizado por el Ejecutivo autonómico advierte una fisura que los responsables de Lakua están dispuestos a atajar. "Estos datos ponen de manifiesto la relación existente entre el incumplimiento de la normativa reguladora del consumo de tabaco y el consumo recreativo de alcohol en los contextos de ocio nocturno", explica el documento.

Estos cigarrillos que quiebran el completo cumplimiento de la Ley, se fuman furtivamente sin que los encargados de los establecimientos lo sepan. El personal de hostelería presenta un grado de tolerancia mínima hacia los consumos de tabaco y sólo en un 1,6% de los casos investigados se fuma en los locales con su beneplácito.

"En el 98,4% de los casos observados -apunta-, o bien no se produce consumo de de tabaco o bien no se detecta por parte del personal o bien se le indica a la persona fumadora que no puede fumar. En lo que se refiere a la presencia de ceniceros, se han detectado únicamente en un 2,2% de los bares, cafeterías, pubs y discotecas visitados".

La aparición de colillas en las inmediaciones de los establecimientos es, según el análisis, "muy escasa". "Prácticamente idéntica a la de personas fumando -añade-, con lo que cabe pensar que el consumo de tabaco en los locales de hostelería de la CAV es realmente tan bajo como ponen de manifiesto los datos de observación". Eso sí, el informe reconoce que, como en el caso de personas sorprendidas fumando, la presencia de restos de tabaco es mucho mayor en pubs y discotecas.

Los responsables del estudio vieron personas fumando en el exterior del 54% de los locales. La mayoría en la calle y sólo un 18% en terrazas. A medida que avanzaba el día, la concentración de fumadores en las puertas iba en aumento, hasta el punto de que un tercio de las observaciones se realizaron en horarios de noche y madrugada.