Vitoria. Las fuerzas de seguridad desplegadas en la capital alavesa tuvieron que implicarse a fondo para dar respuesta a los requerimientos de dos víctimas de violencia doméstica que sufrieron las consecuencias de sus supuestos seres queridos el pasado domingo. Por un lado, agentes de la Ertzaintza detuvieron a un padre al que acusan de un presunto delito de agresión a su propio hijo. Por otra parte, los policías del cuerpo autonómico dieron buena cuenta de otro varón, en esta ocasión, por arremeter contra su pareja sentimental, a la que, al parecer, agredió con violencia.

El parte de los hechos de ambos expedientes policiales, facilitado por fuentes del Departamento vasco de Interior, indica que el primero de los arrestos acaeció minutos antes de las tres de la tarde del día de autos. Entonces, una patrulla de la Ertzaintza tuvo que presentarse en un domicilio particular ubicado en la zona de Armentia de la capital alavesa. Según parece, minutos antes de la llegada de los patrulleros, la comisaría de la Policía autonómica había tenido constancia de la posible comisión de una agresión en el ámbito familiar.

Una vez en el lugar de los hechos, los ertzainas encargados del caso se toparon con un joven, que fue el que puso en antecedentes a los agentes. Así, les relató que había discutido con su padre y que éste le había agredido. En ese sentido, el joven presentaba una contusión sangrante en la cabeza y un golpe en la cara. Dadas las circunstancias, los agentes accedieron al interior de la casa y procedieron al arresto del progenitor, de 48 años. El agredido fue trasladado al Hospital de Txagorritxu de la capital alavesa para recibir atención médica.

Por otra parte, hacia las cinco y diez de la tarde, una patrulla se dirigió a un domicilio del Casco Viejo puesto que se había recibido aviso de un vecino. Éste informó de que se estaba produciendo un posible episodio de violencia de género. Una vez en la vivienda a la que se había hecho referencia, una mujer explicó a los agentes que su pareja, allí presente, la había golpeado y que las agresiones eran habituales durante el último mes. Ante estas declaraciones se procedió al arresto del varón, de 27 años, y al acompañamiento de la víctima al Hospital Santiago de la urbe gasteiztarra.

Evidencias concluyentes Episodios como los relatados en estas líneas constatan que la lacra de la violencia doméstica no remite y que muchas víctimas se descuelgan del proceso de reinserción social regresando al lado de un agresor (o no abandonándole), ya que le unen a él lazos emocionales y económicos demasiado difíciles de vencer. Esta conclusión llega avalada por cifras que reconocen, según el propio Ayuntamiento de Vitoria, que en 2009, el número de familias atendidas por violencia doméstica en el Consistorio ascendió a 432 y que en 2010 se sumaron otras dos al grupo hasta alcanzar las 434. Dentro de estas cifras, el concejal Peio López de Munain desgranó que de los 169 casos nuevos registrados a lo largo del año pasado, 135 correspondieron a mujeres acompañadas de menores de edad. Los servicios sociales de base del Consistorio tienen, por tanto, mucho trabajo dentro de la primera fase del sistema de atención.