vitoria. En cinco años, la prevalencia de tabaquismo en el País Vasco se ha reducido en un 10% gracias en parte, a la nueva Ley Antitabaco. Ese registro se sitúa cinco puntos por encima de la media nacional, donde el número de fumadores supera el 30% de la población. Aun así, en la CAV todavía hay 900.000 fumadores, entre los que fuman a diario y los esporádicos. Todos ellos, además, presentan un perfil sintomático que se relaciona, en una buena parte de los casos, con la escasez de posibilidades económicas. No en vano, la falta de recursos provoca que muchos fumadores no puedan acceder a los tratamientos para dejar el vicio, por lo que el hábito es mayor entre las clases sociales más desfavorecidas. Por todo ello, los expertos piden a Osakidetza que financie el tratamiento farmacológico "que ha resultado ser eficaz y eficiente", que es el de mejor coste-efectividad de toda la Sanidad y que multiplica por tres el éxito del abandono del tabaco. De hecho, la actuación con medicamentos cuesta 300 euros por paciente, mientras que cualquier actividad ocasionada por un enfermo a causa del tabaco podría costar al menos unos 6.000 euros.
Estas conclusiones forman parte del ideario puesto en común en las jornadas que organiza estos días la Sociedad Vasco Navarra de Prevención del Tabaquismo y la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo en Bilbao bajo el título Tabaco y Desigualdad, evento en el que participan más de 200 especialistas en la materia. Entre los diferentes temas que se tratan en el congreso destaca la diferencia de consumo y abordaje de los tratamientos entre las distintas comunidades autónomas. De hecho, el tabaquismo se ha reducido en toda España, si bien se observan notables diferencias según cada zona. Así, el País Vasco es donde más se ha reducido el consumo. En cinco años, el número de fumadores se redujo en un 10%, cinco puntos por encima de la media nacional (5%). Sobre este ratio se situaron también Madrid (8%), Castilla y León (7%), Cataluña y Extremadura (ambas un 6%). Por el contrario, donde menos se redujo el consumo fue en Cantabria, menos del 2%, seguido de Asturias y la Comunidad Valenciana, sobre el 2%.
Aún y todo, en la CAV sigue fumando el 25% de la población. No obstante, el 80% de ellos asegura querer dejar de fumar. "Si consiguiésemos llegar al menos a un 40% de ellos, sería todo un éxito", asegura Juana Umaran, cardióloga de Osakidetza. Ésta es una de las especialistas que defienden un tratamiento farmacológico financiado por la Sanidad vasca. De hecho, "el fármaco multiplica por tres el éxito del tratamiento".
La falta de recursos, potenciada por la crisis económica, ha propiciado, además, que se produzcan importantes diferencias entre las distintas clases sociales. Así, el consumo de tabaco es mayor entre las clases menos favorecidas, las que tiene mayor dificultad para acceder a la información y a los tratamientos. Algo que se traslada también a nivel internacional, puesto que son los países menos desarrollados los que aglutinan el 80% de los mil millones de fumadores que hay en el mundo. Es por esto que los expertos reunidos en Bilbao apuestan por la "financiación pública del tratamiento que ha resultado ser eficaz y eficiente", como señala Carlos Cortijo, presidente de la Sociedad Vasco Navarra de Prevención del Tabaquismo. En este aspecto, también existen diferencias entre las propias comunidades, puesto que en algunas se ofrece y en otras no. "No es normal que se oferten tratamientos para todas las enfermedades y no para esta enfermedad adictiva crónica, como ocurre, por ejemplo, en Euskadi", apunta.