Bilbao. La decimoséptima huelga en los jantokis hizo ayer la pascua a cerca de 90.000 familias vascas, precisamente cuando todo el mundo creía haber finiquitado la conmemoración de la resurrección de Cristo. La falta de acercamiento entre los sindicatos y las empresas de catering subcontratadas por el Gobierno Vasco para prestar el servicio de comedor volvió a trastocar la hora de la comida de miles de estudiantes de 2 a 16 años. Y sobre todo a sus familias.
Algunas optaron por recurrir al socorrido bocata y otras tiraron de la paciencia de aitites y amistades para poder salir del paso. Mientras sindicatos y patronal se enzarzaban en una guerra de cifras sobre el seguimiento de la huelga y los servicios mínimos, el Departamento de Educación seguía mudo en un conflicto por un nuevo convenio colectivo que se prolonga dos cursos. Si no se producen avances significativos en la reunión que las partes mantendrán esta tarde, parece inevitable que mañana haya otro paro y la escena se vuelva a repetir. Los sindicatos convocantes de la huelga -LAB, ELA y UGT- cifraron en un 70% el seguimiento de la primera de las cinco jornadas de paro para exigir que se atiendan su demanda de equiparación con el personal funcionario. Una cifra que contrasta con la ofrecida por la patronal y el Gobierno vasco, que indicaron que la incidencia en los comedores escolares de la red pública se situó en el 17,81%. Según Educación, "la mayoría de los comedores escolares vascos ha funcionado hoy -por ayer- con plena normalidad". A tenor de sus datos, la participación fue inferior al 18% con un mayor nivel de seguimiento en Bizkaia y "prácticamente nulo" apoyo en Araba, lo que "ha mostrado el alto compromiso de los trabajadores de este sector, en contraste con el llamamiento irresponsable realizado por algunos sindicatos". Igualmente, la patronal tachó de "irrespondable" la actitud de las trabajadoras, quienes acusaron a las empresas de catering de instalarse en el "inmovilismo" y "malmeter" para echarles las familias encima. La representante de LAB, Zuriñe Andrés, subrayó que han convocado la guelga obligadas por el "inmovilismo de la patronal" y denunció "el carácter de malmeter que está realizando las empresas a la hora de notificar los servicios mínimos en los centros educativos, por encima de los decretados por el Gobierno Vasco". "Esto tiene un objetivo muy claro, que es el malmeter y ponernos en disputa con los padres, cuando somos ambos colectivos, padres y trabajadoras, las víctimas de esta irresponsabilidad de empresas y Gobierno Vasco", dijo. Según Andrés, las trabajadoras se sienten "fuertes" .
Hoy mismo Gobierno Vasco y empresas tendrán la oportunidad de acabar el conflicto. "Veremos cual es el talante de esta negociación y quien es el responsable mayor de que este conflicto siga adelante", apostilló. Andrés también lanzó un mensaje a los profesores que ocupan sus puestos, advirtiéndoles que "mientras ellos intenten normalizar de alguna forma el servicio de comedor durante un día de huelga, el conflicto va a continuar". >efe/e.p./I.A.