vitoria. Una llamada perdida en el móvil inicia el proceso. La pantalla del celular registra el rastro dejado por un número fijo con prefijo de Madrid -911140680-que, presuntamente, ha tratado de localizar sin suerte al propietario del aparato seleccionado. Cuando el receptor del mismo trata de ponerse en contacto con el teléfono en cuestión para descubrir las causas y el origen de la comunicación fallida, se pone en marcha un mecanismo ideado para sacarle los cuartos si no se anda con cuidado. Es la última versión de un enredo telefónico que está afectando a decenas de alaveses y que ya ha dejado mella en otros miles en el conjunto del Estado. Hay quien ya lo llama el timo de la llamada perdida.
Nada más marcar los dígitos que componen el número de la llamada perdida salta una grabación que, con voz femenina, sugiere los pasos a dar para lograr descibrar un mensaje urgente que, presuntamente, alguien la ha encomendado entregar de manera urgente al portador del móvil. "Hola, si has recibido una llamada de este número es porque nos han facilitado el tuyo para poder entregarte un mensaje. Este mensaje es de carácter privado certificado urgente. Para recibirlo en tu móvil ahora manda un mensaje con la palabra urge al 25414". También hay versiones que piden remitir el sms al 25655 con la palabra Nuria.
Con esta fórmula, los implicados en la llamada lanzan el sedal y sólo les queda comprobar si el usuario del móvil seleccionado pica el anzuelo. ¿Cómo? Sencillo. Cabe la posibilidad de que el propietario del celular cuelgue de inmediato y se afane por mandar el sms correspondiente para deshacer el entuerto y llegar al ansiado mensaje urgente. Si así sucede, se llevará una desagradable sorpresa que descubrirá en la próxima factura telefónica.
La empresa responsable de esta llamada sorpresiva avisa de las condiciones de la comunicación. Pero lo hace de una manera un tanto peculiar. De hecho, una vez concluido el mensaje reproducido con anterioridad se adueña de la comunicación un silencio que se extiende durante unos cuantos segundos. Da la impresión de que ahí concluye la toma de contacto. Sin embargo, si se mantiene el auricular activo durante un tiempo, la misma voz que abría la grabación prosigue para explicar que la información en cuestión es "ofrecida a través de Comercial Polindus 21". También se ofrece un número de atención al cliente y el precio que supondrá este enredo para el propietario del móvil elegido. Y lo hace de una manera también peculiar. Explica que el precio de la comunicación será de 1,41 euros, afirmación a la que sigue un nuevo espacio en silencio que concluye con la palabra "mensaje". Esta cantidad, por sí misma, no supone una quiebra onerosa, pero la suma de todas las comunicaciones, si es que se dan, sí podría reportar bastantes beneficios a los responsables.
Al parecer, esta fórmula de enredo telefónico está dando sus réditos. No hace falta más que pasearse por los foros de usuarios y consumidores alojados en Internet para comprobar que el número de quejas y advertencias a navegantes crece según pasan las semanas y que su incidencia geográfica es generalizada, circunstancia que ha logrado destapar el presunto amaño en distintos medios de comunicación. En ese contexto, varios consumidores han avisado de la necesidad de darse de baja en la empresa en cuestión, pues se habría dado de alta a la víctima, quien a partir de ese momento puede recibir nuevos mensajes de llamadas perdidas.
La responsable de este negocio es una firma que responde al nombre de Comercial Polindus 21. En su web ésta se presenta como una plataforma orientada a la explotación del servicio sms "a través de los medios de difusión y el teléfono móvil...".