vitoria. La balanza de la igualdad de sexos sigue estando en desequilibrio para las féminas. Ellas son las que hacen malabarismos para conciliar trabajo con vida personal y las que cuando llegan a sus casas asumen la mayor carga de las tareas domésticas y del cuidado familiar. Para servir de contrapeso a esta discriminación, la Diputación aprobó ayer la normativa que regula y crea el Consejo para la Igualdad entre Mujeres y Hombres de Álava. Un órgano de participación que el pasado verano dio sus primeros pasos en forma de borrador para promover la participación efectiva de las mujeres. Dado que su objetivo es incorporar el enfoque de género en toda estrategia foral, nada mejor para ponerse en la piel femenina que sus miembros sean agrupaciones del tejido social. Entre ellos, los ayuntamientos del territorio, cuadrillas y asociaciones.

"La creación del Consejo era uno de los compromisos adquiridos por el Gobierno foral en el III Plan de Igualdad aprobado en el mes de octubre de 2010", recordó el teniente de diputado general, Claudio Rodríguez, quien también mencionó otra serie de prácticas llevadas a cabo durante el periodo (2007-2011). "La Diputación ha impulsado una lucha conjunta contra la discriminación mediante el proceso Espacio Foral para la Igualdad que ha desarrollado, en la práctica, funciones propias de un Consejo y demostrando una importante labor participativa", agregó.

Para que la igualdad no sea una utopía, estos agentes sociales destinados a impulsar la equidad se han marcado cinco metas: informar y asesorar en las consultas que formule el departamento responsable de las políticas de Igualdad; formular propuestas de actuación; Realizar el seguimiento de las acciones que en esta materia se lleven a cabo dentro del Palacio de la Provincia y dentro del marco del III Plan Foral para la Igualdad de Mujeres y Hombres; incentivar la participación y el empoderamiento asociativo y promover la interrelación entre los colectivos que trabajan a favor de la igualdad.