El progreso tecnológico no se suele llevar bien con el humanismo, pero siempre surgen excepciones. El centro cívico de Ibaiondo, en Vitoria, fue ayer testigo de cómo el avance científico puede ser la clave sobre la que se sustenten decenas o incluso cientos de reencuentros familiares. Es posible que los ya lamentablemente famosos casos de niños robados hallen respuesta gracias a las pruebas de ADN, una tecnología que los autores de la presunta trama no pudieron tener en cuenta hace cuatro décadas porque, simplemente, no existía aún. Ahora, gracias a ella, los responsables de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares, ANADIR, creen que pueden resolver muchos de los interrogantes que durante años han rondado por las cabezas de madres, padres, hijos y hermanos que siempre sospecharon que algo no encajaba. Un banco de datos cruzará caracteres y, con una pizca de suerte, verá qué personas están o no emparentadas realmente entre sí.

La caravana de las muestras, que ANADIR realiza en colaboración con el laboratorio de identificación genética Genómica, se inició el viernes en Donostia, con más de 90 muestreos. Ayer, en Vitoria, se añadieron casi medio centenar más. En Bilbao no habrá un punto de recogida ni una hora concreta para realizar la prueba, ya que existe una farmacia asociada en la que, dentro de su horario, los que lo deseen podrán llevarla a cabo. Lógicamente, este procedimiento tiene un coste que cada uno de los participantes debe asumir. 90 euros más IVA, es decir, 106 euros a los que se pueden añadir de forma voluntaria otros 11,8 euros como cuota para que ANADIR pueda seguir adelante con sus investigaciones. Pesquisas que han destapado en varias ciudades, entre las que se encuentra Vitoria, una sórdida, aunque por el momento supuesta, trama de tráfico de recién nacidos.

Tal y como explicaba ayer Flor Díaz, una de las portavoces de la agrupación en Álava, los integrantes de ANADIR sospechan de la existencia de una red de trata de bebés. "Todos los que formamos parte de esta Asociación somos afectados, desde el presidente hasta los delegados, y nuestro objetivo es el de denunciar lo que sucedió. Hay pruebas suficientes de que los bebés se vendían, por lo que solicitamos al Estado español que creara un banco de ADN, tal y como se hizo en Argentina, pero no nos hicieron caso. Por eso lo vamos a hacer nosotros mismos", explicó.

Muchas de las mujeres que se acercaron ayer a Ibaiondo dieron a luz en la Clínica Arana. "El 98% de los casos proceden de Arana, luego está la Policlínica y también hay algún caso de la Virgen de las Nieves", detallaba Díaz. En referencia a este primer centro, recuerda con ironía que "era una maternidad regentada por monjas en la que se morían muchísimos niños".

Leyre, otra de las voluntarias de la Asociación, acompañaba ayer a un pariente. "Mucha gente que se ha acercado hoy a ver de qué iba todo esto y estoy convencida de que todos se harán la prueba para despejar las dudas. En el caso de mi familiar, las sospechas llegaron cuando fue a pedir la partida de nacimiento porque se iba a casar y vio que no conocía de nada ni a su madrina ni a su padrino de bautismo", relataba.

Margarita, en la cola de la prueba, recordaba su historia. "Llegas, pares, se llevan a la criatura... A las pocas horas te dicen que se ha muerto, que tienes mucha suerte porque habría sido una enferma para toda la vida y que se la ha llevado Dios. Siempre me quedó la duda porque la vi nacer, pesó tres kilos y medio... Cuando leí en el periódico lo que estaba pasando me dije que esta era la mia y vine porque quiero saber qué le pasó a mi niña. Busco un reencuentro y todos mis hijos me apoyan".