Vitoria. Una escuela que ocuparía parte del palacio Escoriaza-Esquível, el antiguo hospital de peregrinos, el jardín interior y el frontón es el proyecto que varios colectivos del Casco Viejo agrupados en la plataforma Auzoan Hazi, Hezi, Bizi han diseñado para que la almendra "tenga futuro como barrio".
Para cumplir este fin, los planos incorporan, además de los usos educativos, otros ciudadanos "para el disfrute de todos los vecinos". Entre ellos, una biblioteca, a la que podrían acceder para suplir la falta de vida de este distrito vitoriano. Un motivo que explica la elección de la calle de Fray Zacarías Martínez como eje vertebrador del plan. "Si se hace en esta zona tendría un elemento dinamizador, que crearía un flujo de gente constante, y otro de cohesión, gracias a las relaciones entre alumnos, padres y vecinos que acudirían a las instalaciones", matizaron los arquitectos artífices del mismo, Beatriz López de Suso, Estitxu Ortiz de Zárate y Gaizka Méndez.
La propuesta en cuestión contempla los espacios y los edificios que existen en la actualidad y se propone la construcción de un nuevo volumen para que juntos alberguen tanto el uso escolar, como el cívico. El primero de ellos estaría en el nuevo edificio, en el hospital de peregrinos y en parte del Escoriaza-Esquível. El uso de la población en general estaría en este edificio renacentista. Se trata de dos zonas diferenciadas que, según puntualizaron, también podrían ser compartidas una vez que acabe el horario escolar.
El colectivo se ha visto obligado a tomar la iniciativa ante la "cerrazón" del Consistorio vitoriano al que acusan de ser más proclive de satisfacer las demandas de los visitantes que las de los propios habitantes del barrio. "Este proyecto es, sobre todo, una muestra de lo que podría hacer una institución que se preocupe por las necesidades de sus habitantes. Para empezar, les ahorramos presentar este proyecto que en teoría corresponde hacerlo a ellos. Costaría menos que los 15 millones de euros del Museo del Vino o el semillero de empresas que no necesita el Casco", denunció Ane Zelaia, portavoz de la citada plataforma.
El rechazo a este Casco Viejo de Gasteiz "de museo" es más que patente entre estos vecinos. "Ninguna de estas iniciativas tiene como objetivo resolver las graves carencias sociales que tenemos. Un barrio que tiene un centro de salud que no da abasto, en el que el centro cívico tiene dificultades por falta de espacio... Sus ciudadanos tienen cada vez menos posibilidades que encontrarse".
Las peticiones que a lo largo de este tiempo ha realizado la comunidad escolar de Ramón Bajo no son algo nuevo. "De todas las reuniones con el Ayuntamiento, con la Agencia para la Revitalización de la Ciudad Histórica (Arich) y Gobierno Vasco no ha habido respuesta alguna y las obras alrededor de la escuela van tomando cada vez más espacio", se quejan los vecinos que antes de Semana Santa harán una asamblea general para presentar el proyecto al barrio.
El diseño La distribución de las instalaciones en función de seis zonas diferenciadas es la parte central de este minucioso boceto de nueve páginas en el que no faltan los alzados.
En este sentido, en el sótano estaría la sala de instalaciones, el vestuario, el gimnasio, el patio de luz, el frontón y graderío. En la planta baja se ubicaría el aula de psicomotrocidad, las clases infantiles, conserjería, el porche, el espacio de juego (jardín), los aseos, sala de espera, administración, salón de actos, biblioteca, claustro y el área 01. En la entreplanta estaría la biblioteca, el área 02 y la sala de proyección. En la planta primera las aulas infantiles, la sala polivalente, las aulas de primaria, otra biblioteca, área reuniones, claustro, sala profesorado y áreas 03, 04 y 05. En la planta segunda se encontrarían las aulas de primaria, las de desdoblamiento, las de apoyo, el taller, la sala polivalente, la multimedia y la sala informática. Por último, la planta cubierta albergaría el espacio de juego.