Vitoria. La aprobación por parte del anterior Gobierno Vasco en 2007 del currículo de la Educación Básica que establecía que el euskera era la principal lengua en la enseñanza trajo de cabeza a algunas familias, que vieron en esta decisión una amenaza al castellano. Desde entonces se sucedieron las movilizaciones en defensa del modelo A, e incluso se llegó a crear una plataforma de padres y madres, la de la Libertad de Elección Lingüística, que puso contra las cuerdas a Isabel Celaá, que dos años después tomó las riendas de la Consejería de Educación con el apoyo del Partido Popular.

La nueva consejera consiguió apaciguar las críticas de la derecha con varias medidas que incluía este pacto de gobierno y que respondían a los intereses de este lobby minoritario que defiende la enseñanza en castellano. Primero declaró públicamente su firme apoyo al modelo A, si bien precisaba que introduciría algunos cambios para darle más horas a la lengua vasca. Además, intentó derogar el carácter preferente del euskera en el currículum vasco, una actuación que tuvo que rectificar debido a la fuerte presión ejercida por la comunidad educativa, que incluía un dictamen negativo del Consejo Escolar.

La maniobra estuvo precedida de la puesta en marcha de un nuevo sistema informatizado de prematriculación para garantizar, dijeron, la limpieza del proceso y la supuesta coacción hacia las familias por parte de los centros. Así lo aseguraba al menos el PSE, el PP y también la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística, que durante todo un año llevó una campaña prácticamente de linchamiento contra algunos centros concertados alaveses que decidieron, por su propia voluntad, apostar únicamente por el modelo D al entender que es la única vía para euskaldunizar al alumnado.

Pues bien. Los datos de matriculación del curso 2011-2012, que recientemente ha dado a conocer el Gobierno Vasco, ponen en entredicho las voces de quienes sostienen que el actual currículum no garantiza la escolarización en el modelo A. De hecho, podrían servir para dar la vuelta a la tortilla. Según se desprende de esta campaña de admisión que acaba de finalizar, serían más los alumnos que queriendo estudiar en el modelo bilingüe se han quedado sin plaza, que los que han encontrado problemas para recibir las clases sólo en castellano.

En concreto, en todo Euskadi han sido un total de 259 las solicitudes de niños de dos años en los modelos B o D que han quedado sin respuesta, frente a los 65 que han pedido entrar en un aula de modelo A. A nivel de Álava, la situación es parecida, ya que el número de demandas insatisfechas para estudiar en un modelo bilingüe (37) duplica a las de quienes han apostado por el castellano (17) y se han topado con un centro que no ofertaba esta opción.

Pese a ello, la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística ha vuelto a la carga y ha interpuesto recientemente ante el Tribunal Superior de Justicia sendos recursos contra los decretos de Infantil, Educación Básica y Bachillerato que integran el cuerpo del nuevo currículum de Isabel Celaá, que pese a su forma, insisten en que sigue sin garantizar la elección del modelo A. En este recurso incluirán la doctrina del tribunal Supremo contra el modelo de inmersión catalán.

matriculaciones En total, 2.653 nuevos alumnos alaveses han formalizado la inscripción de cara al próximo curso escolar, lo que representa un crecimiento cercano al 5%. De éstos, la mayor parte estudiará en el modelo D, que ha experimentado un notable aumento en la demanda, continuando con la tendencia registrada durante los últimos años. En concreto, el 57% del alumnado de dos años cursará sus estudios íntegramente en euskera -tres puntos más que en el curso 2010-2011-, mientras que el 40% lo hará en el modelo B y el 3% en el modelo A. Por su parte, una gran mayoría, en torno al 65% del alumnado de nueva matriculación, ha elegido un centro público.