Raquel Ugarriza
bilbao. Las cuentas le salen bien a Osakidetza, incluso demasiado si se tiene en cuenta que está inmersa en una época de recortes en los salarios de sus trabajadores y en los servicios que ofrece a los pacientes. El Servicio Vasco de Salud obtuvo el año pasado 7,5 millones de euros de superávit, casi el doble que el año anterior y cuatro veces más que en 2008. La bonanza económica de la institución es aún más llamativa si se observa que, de 2005 a 2007, esta empresa pública era claramente deficitaria.
Todo lo contrario a lo ocurrido en los dos años de gestión del Gobierno de Patxi López. Osakidetza ingresa más dinero del que gasta, según revela la información documentada que acaba de enviar el Departamento de Sanidad y Consumo al Parlamento Vasco sobre las finanzas del Servicio Vasco de Salud. Según los datos a los que ha tenido acceso este diario, la cuenta provisional de explotación de 2010 eleva a 7,5 millones de euros los beneficios del ejercicio, muy por encima de los 4,2 del año anterior. Estas cifras también se disparan respecto a los 1,9 millones de beneficios que obtuvo en 2008, el último que gestionó el Gobierno de Juan José Ibarretxe. La casi totalidad de los ingresos de Osakidetza provienen del contrato programa que tiene suscrito con Sanidad (2.452 millones de euros en 2010), mientras que el grueso del gasto se lo lleva el personal, con 1.763 millones.
En total, Osakidetza casi ha obtenido 12 millones de euros de superávit durante el mandato del consejero Rafael Bengoa. Llaman la atención estos buenos resultados económicos en un contexto de continuos llamamientos a la austeridad que realiza la empresa dirigida por Julián Pérez Gil a sus cerca de 30.000 trabajadores y a los usuarios que reclaman nuevas prestaciones sanitarias.
Esta misma semana, el Parlamento Vasco instó al Departamento de Sanidad a que amplíe el Programa de Atención Dental Infantil (PADI) hasta los 18 años "de forma progresiva", comenzando por los de 16 años, "atendiendo a las disponibilidades presupuestarias y en cualquier caso priorizándolo sobre la incorporación de otras nuevas prestaciones sanitarias". Actualmente, el PADI, vigente desde 1990, atiende a niños de entre 7 y 15 años. Pese a la cuasi unanimidad que existe entre los partidos políticos -incluido el PSE-, Rafael Bengoa siempre ha dejado claro que Osakidetza no va a ampliar este servicio, argumentando razones presupuestarias.
más demanda, igual presupuesto También esta semana el consejero sorprendió a propios y extraños cuando reconoció la dificultad que entraña la reducción de las listas de espera, debido al incesante aumento de la demanda de servicios sanitarios, agravado por el progresivo envejecimiento de la población. De hecho, Osakidetza ya prevé que durante 2011 deberá realizar un 3% más de intervenciones quirúrgicas, un 2% más de consultas externas y un 3,5% de pruebas complementarias. De hecho, Bengoa planteó en el Parlamento una serie de medidas, no para reducir las listas de espera, sino para mantener el status quo de, por ejemplo, no sobrepasar la espera en cirugía más de 55 días. Así, tanto él como Pérez Gil manifestaron que su plan contra las listas de espera no precisa más financiación, sino que se realizará con recursos ya existentes. Es decir, que no va a haber ni un euro más para invertir en medidas contra las listas de espera.
El recorte presupuestario iniciado el año pasado por el Gobierno Vasco ha hecho mella especialmente en Osakidetza, que es la empresa más grande de la CAV. Sanidad dejó sin cubrir sustituciones de personal para periodos cortos y también limitó la factura farmacéutica. El cierre de más de 40 ambulatorios los sábados por la mañana y la consiguiente reordenación de los PAC, los Puntos de Atención Continuada, que ha generado un grave conflicto con los trabajadores, ha sido otra medida adoptada por el departamento para controlar el gasto.
Pero la gota que ha colmado el vaso fue la rebaja, a partir del segundo semestre del año pasado, de los salarios entre el 1% y el 5%, en función del nivel retributivo, una medida aplicada a todos los empleados públicos. Pero la aminoración de sueldos no se quedó aquí. La rebaja del 3,5% en el complemento de la carrera profesional, a principios de este año, ha echado gasolina a la indignación de los trabajadores, cuyos sindicatos más representativos han comenzado a protestar por toda esta concatenación de recortes, que, a juicio de las centrales sindicales, está poniendo en peligro la calidad de la Sanidad.
Los sindicatos mayoritarios han reaccionado contra "el estrangulamiento" al que se le está sometiendo a Osakidetza por la insuficiente inversión. "El presupuesto se ha reducido en 260 millones de euros; para que exista una sanidad de calidad, universal y gratuita se precisa aumentar el gasto sanitario en la CAV a la media de los países desarrollados, así como incrementar los recursos materiales y humanos para adaptarlos a las necesidades existentes", aseguran ELA, LAB y ESK.
Por su parte, los sindicatos que agrupan a médicos y enfermeras han unido sus fuerzas en una campaña bajo el lema Aski da, basta ya en hospitales y centros de salud en defensa de mayores recursos económicos y de mejoras en sus puestos. Distribuirán lazos y pegatinas, a modo de protesta. "La crisis económica -explican Satse y el Sindicato Médico de Euskadi, entre otros- está sirviendo de excusa a los gestores de Osakidetza para emprender medidas de recorte. Somos conscientes de que estamos en una difícil y prolongada crisis, pero esto no puede suponer un deterioro de la calidad asistencial en la sanidad pública. Quienes gobiernan Osakidetza desconocen totalmente la asistencia", concluyen.
Desde el año pasado, los trabajadores de Osakidetza han sufrido dos reducciones de los salarios
Bengoa sostiene que no hay dinero para las listas de espera, los PAC o el cuidado dental hasta los 18 años
Rafael Bengoa, consejero de Sanidad, se dirige al director de Osakidetza, Julián Pérez Gil. Foto: Pablo Viñas