MADRID. Las autoridades francesas también habían emitido una Orden Europea de Detención y Entrega sobre él por un delito de tráfico de estupefacientes y blanqueo de capitales.

Según ha informado el Ministerio del Interior, las cuatro personas asesinadas por el ahora arrestado pertenecían a la misma banda rival de malhechores de Ajaccio (Córcega) denominada 'Petit Bar' o 'L' équipe'. El primero de los asesinatos que se le imputan tuvo lugar en la localidad corsa de Bastelicaccia, el 3 de enero de 2009. La víctima, un bombero de 36 años, fue tiroteado con una carabina al salir de un céntrico bar. El padre del fallecido era un conocido nacionalista corso que también fue asesinado cuando se encontraba en el interior de un bar y al que se le relacionaba con el crimen organizado.

Poco después, el 29 de enero, se producía otro tiroteo en el que, según la justicia francesa, también está implicado el fugitivo detenido. La víctima recibió más de quince impactos, por parte de dos personas que circulaban en una motocicleta, en una de las principales avenidas comerciales de Ajaccio. El fallecido iba igualmente armado con una pistola con un cartucho en recámara preparada para disparar. Las cámaras de seguridad de la zona grabaron los hechos.

El último de los hechos que se le imputan sucedió el 12 de abril de 2009. Dos personas fueron acribilladas por ráfagas de kalashnikov en plena hora punta, cerca de un colegio y próximos a un control rutinario de la Gendarmería francesa. El vehículo en el que viajaban las víctimas fue interceptado por una furgoneta que les bloqueó el paso, de ella salieron cuatro sujetos que dispararon al coche con armas de guerra. En el lugar se encontraron más de treinta casquillos. Las víctimas también iban armadas. La furgoneta implicada en los hechos fue encontrada poco más tarde totalmente calcinada, en su interior se encontraron escopetas y un kalashnikov.

Asimismo, la justicia francesa había emitido también contra Orsoni una OEDE por delitos de tráfico de estupefacientes y blanqueo de capitales. El fugitivo fue interceptado en la frontera franco-española, en 2008, con más de 88.000 euros en efectivo y restos de cocaína en el vehículo en el que viajaba junto a otras dos personas.