vitoria. Los alaveses que sospechan de presuntos casos de niños robados han marcado su calendario en rojo el próximo día 2. No en vano, ésa es la fecha en la que el laboratorio madrileño que colabora con el colectivo de afectados Anadir se acercará a la capital alavesa para realizar las pruebas de ADN. Los allí reunidos que así lo deseen dejarán su muestra genética de la forma más sencilla posible para que luego sea cotejada en el banco de datos: "les introduciremos en sus carrillos un bastoncillo de algodón para obtener una muestra de saliva", decía hace una semana a este periódico la vitoriana Amaya Gorostiza, gerente del centro de análisis. Ahora sólo falta saber cuántos confirmarán su cita. "Cuando lo sepamos, diremos al Ayuntamiento de Vitoria cuál es el aforo que necesitamos para que nos reserve una sala del centro cívico", explica la voluntaria alavesa de Anadir, Erkuden Zeberio, quien detalla que los expedientes registrados en este territorio ascienden a 42. "Todos son de madres, excepto de dos hijos adoptados que quieren conocer sus orígenes".
También hay avances en cuanto al número de denuncias. A la de Noemí Soria en la Fiscalía alavesa se suman las de dos personas más, que piden que su reclamación se adhiera a las 261 interpuestas en Madrid el pasado 27 de enero.