bruselas. La Comisión Europea (CE) evitó ayer elevar su objetivo de recorte de emisiones de CO2 para 2020 hasta el 30%, pero propuso un plan para que la UE cumpla con sus compromisos internacionales a largo plazo de manera rentable.

Los Veintisiete prometieron reducir sus emisiones de CO2 en un 20% en 2020 (un 30% si otros socios internacionales realizan esfuerzos equivalentes) y entre un 80% y un 95% en 2050. En 2010 el recorte ya fue del 17% respecto a los niveles de 1990.

El Ejecutivo comunitario considera que estas metas pueden alcanzarse sin costes excesivos si se aplican las recomendaciones de su Hoja de ruta para una economía baja en carbono en 2050 y su plan de eficiencia energética para 2011, ambos presentados ayer ante el Pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Bruselas apuesta por que el grueso del recorte de emisiones se realice en la UE y considera que a medio plazo las metas deberían ser: 40% en 2030, 60% en 2040 y 80% en 2050.

Acerca del objetivo para 2020, se limita a decir que la oferta europea (el 30 % condicional) sigue sobre la mesa y que si se cumple el compromiso de eficiencia energética para ese año, la UE podría fácilmente llegar al 25% en la rebaja de CO2.

El principal problema es que el objetivo europeo de ahorro energético, que tiene carácter voluntario, no parece que vaya a cumplirse ni a ir mucho más allá de un 10%, según los propios cálculos de la CE.

Por tanto, para lograr la reducción del 20% de las emisiones, la Comisión ve necesario retirar parte de los permisos de emisión del mercado europeo del carbono a partir de 2013, una medida pensada para elevar el precio del CO2 y conseguir que contaminar resulte más caro y, por tanto, menos interesante que invertir en tecnologías limpias.

La Comisión cree, por otro lado, que habrá que invertir unos 270.000 millones de euros adicionales durante los próximos 40 años en tecnologías ya existentes como las renovables, las redes inteligentes y la captura y almacenamiento de carbono; aunque asegura que sólo en ahorro de importaciones de petróleo y gas ya se conseguirán entre 175.000 y 320.000 millones de euros anuales.

Por su parte, organizaciones ecologistas como Friends of the Earth Europe o Greenpeace, entre otras, rechazaron las medidas propuestas por la CE para lograr una economía baja en emisiones de CO2 en 2050 por considerar que son insuficientes para impedir que la temperatura media del planeta se eleve por encima de 2 grados centígrados.