Las ayudas por violencia machista serán compatibles con la Renta de Garantía de Ingresos

Estas prestaciones -para las que en 2011 existe una partida ampliable de 380.000 euros- oscilan entre los 2.500 y los 10.000 euros y, hasta el momento, no podían percibirse al mismo tiempo que la RGI o antigua renta básica.

Serrano, en una comparecencia ante la Comisión de Políticas Sociales del Parlamento vasco, ha informado de que la nueva orden que regula estas subvenciones ya está siendo tramitada y que en ella se establecerá la compatibilidad con la percepción de la RGI.

Precisamente, en 2010 se denegaron cuatro solicitudes de ayudas debido a que las demandantes recibían ya la antigua renta básica. De las 115 peticiones resueltas por la Dirección de Atención a las Víctimas de Violencia de Género, se concedieron 86.

Durante el pasado año, el Gobierno vasco concedió ayudas a mujeres víctimas de violencia machista por un importe de 452.412 euros, frente a los 139.1914 euros de 2009.

Estas prestaciones se aportan en función del nivel de riesgo que sufre la mujer y sus dificultades de empleabilidad, y responden al objetivo de facilitar la independencia de las personas que se encuentran en esta situación.

PROTECCIÓN

Por otra parte, Serrano ha recordado los datos sobre protección a víctimas de maltrato registrados en Euskadi en 2010, que ya fueron dados a conocer en febrero. Según ha indicado, 36 damnificadas por este tipo de maltrato fueron protegidas por escoltas.

A lo largo del pasado año, Euskadi contabilizó 4.285 casos de violencia de género (correspondientes a 3.507 mujeres), lo que supone una caída del ocho por ciento respecto a 2009.

Por territorios, 2.366 de los casos detectados en 2010 corresponden a Bizkaia, 1.307 a Gipuzkoa y 612 a Araba. En la mayoría de las ocasiones la violencia la ejerció la pareja o ex pareja, un total de 3.238 casos en Euskadi (el 76%), frente a los 835 de violencia intrafamiliar (19%) y los 212 de delitos contra la libertad sexual (5%).

MENORES

Serrano también se ha referido a la situación de los menores de edad que se ven afectados por este tipo de maltrato. Según ha afirmado, los niños y jóvenes que sufren este problema deben dejar de ser considerados como "testigos" del mismo para observarlos como "víctimas directas".

Según ha reconocido, se han detectado "deficiencias" en la atención que se presta a estos menores, por lo que se van a revisar los recursos de la Administración destinados a la violencia contra las mujeres, con el fin de "adaptarlos" a estas personas.