Vitoria. Internet ha abierto a la sociedad un amplísimo abanico de posibilidades que, por desgracia, no siempre se encuentran exentas de peligro. Sobre todo cuando la inmensidad de la Red de redes se topa con la ingenuidad de algunos de sus jóvenes usuarios. La popularización de las redes sociales ha marcado un antes y un después en los métodos que los adolescentes emplean para comunicarse, hasta el punto de que la mayoría confiesa sentirse más cómodo tras el anonimato que proporcionan el teclado y la pantalla que en el clásico cara a cara. Según alerta un reciente estudio elaborado por la Red Europea de Investigación EU Kids Online, que ha sido desarrollado en el Estado por investigadores de la UPV, a cerca de la mitad de los europeos de entre 11 y 16 años le resulta más fácil ser ellos mismos en Internet que cuando la comunicación se desarrolla de forma personal y verbal. El 12% va más allá y confiesa estar "muy de acuerdo" con esta afirmación, una cifra perfectamente extrapolable a Álava. A juicio de los autores del informe, elaborado a través de 25.000 entrevistas personales, la problemática radica en que quienes ven menos embarazoso comunicarse a través de Internet son también más proclives a tener dificultades para relacionarse con sus iguales y adoptar conductas arriesgadas en la Red.
"Los niños pasan tiempo en Internet por diferentes motivos. Para muchos, ofrece la oportunidad de expresarse y desarrollar amistades. Pero las oportunidades y los riesgos van de la mano: lo que para algunos niños puede ser divertido, puede ser arriesgado para otros", explica la directora del estudio, Sonia Livingstone. No en vano, aquellos adolescentes que confesaron que para ellos es "muy cierto" que Internet les resulta más idóneo para comunicarse que la vida real también afirmaron haber corrido más riesgos online, tales como enviar información personal a otras personas que no habían conocido cara a cara o incluso hacerse pasar por otra persona. Además, dado que Internet les proporciona un medio de escape o compensación, también tienen más probabilidades de sufrir problemas con las amistades de la escuela o el entorno en el que vivan.
"La mayoría de los jóvenes que usan Internet tiene buenas relaciones con sus amigos offline y corren pocos riesgos frente al ordenador; pero parece que los niños que tienen dificultades con sus amistades en la escuela tienden a correr mayores riesgos cuando están online", corrobora Livingstone. "Por eso -añade la especialista-, es especialmente importante que los padres, madres y familias hablen con esos niños sobre los riesgos que pueden acarrear el chateo o el envío de información personal en Internet".
Otro estudio elaborado por expertos de la Universidad de Navarra bajo el título Menores y redes sociales arroja varios datos interesantes que sirven para visualizar las dimensiones de esta realidad. Más del 70% de los menores internautas españoles es usuario habitual de páginas como Tuenti, en un indiscutible primer lugar con un 60% de aceptación, o Facebook, que le sigue en el ranking con un 21%. Nada menos que el 35% de los niños tiene dos o más perfiles en redes sociales.
la escuela, esencial A juicio de Juan Romero, fundador del colectivo Adicciones Digitales, "lo principal ahora mismo es concienciar a nuestros adolescentes de la necesidad de utilizar la Red de forma segura, sabiendo lo que hacen y con plena consciencia de los datos que facilitan". Para ello, Romero aboga por desarrollar una política de educación e información tanto a los padres como a los hijos y sus profesores, que están a medio camino "entre lo que no saben los padres y lo que sí saben sus estudiantes" para, así, evitar situaciones indeseadas. El especialista alerta de que "en ocasiones, la dejadez de todas las partes implicadas en el proceso nos lleva a lamentarnos, pero ya es demasiado tarde", por lo que anima a los colegios a ocuparse, desde las aulas, "de informar y formar sobre esta materia".