isabel iturbe
directora de append para el país vasco
vitoria. Aunque estudió biología, esta bilbaina, de 45 años, decidió realizar varios masters de gestión de empresas y encaminar su carrera profesional hacia este campo. Isabel Iturbe es la directora de Append, que tiene su sede central en la capital alavesa, pero cuenta con oficinas en distintas capitales del Estado. Preocupada por la situación de desencanto social en el que estamos instalados, desearía en el año que nos llega "que hubiera más previsión y estabilidad a nivel interno y de gestión. Tras dos años de fuertes ajustes y políticas de gestión un tanto preventivas y bastante austeras -actualmente trabajamos 30 personas en la empresa- lo que queremos es tener esa estabilidad y previsión. A nivel externo pediría más dinamismo y avance, que haya un contagio por parte de todo el mercado", dice contundente.
Su dedicación al puesto de trabajo que desempeña va muy acorde a su estilo de vida. "Es la gran putada", dice sonriente. "En mi caso no tengo familia por lo que dedico horas y horas al trabajo. Pero reivindico la posiblidad de concilar la vida personal y de trabajo. Soy una mujer de calle, me gusta disfrutar las 24 horas del día". Por eso uno de los deseos para 2011 es que los hombres y las mujeres empiecen a disfrutar conjuntamente de su vida personal y familiar. "En el momento en que ocurra eso habrá igualdad. Porque la reducción de jornadas ha supuesto un fraude para las mujeres. Sólo son ellas las que se acogen a estos beneficios. Abandonan su carrera profesional y luego a la vuelta es misión casi imposible retomar sus competencias. Luego te pilla una edad en la que tu prioridad no es el trabajo, mientras que los hombres al no parar han ido adquiriendo más competencias en la empresa. Es la gran faena", apunta.
Isabel Iturbe suele esbozar una sonrisa de ligera ironía cuando en empresas de servicios escucha que aplican políticas de igualdad. "Sí, el 90% de las trabajadoras son mujeres pero en la dirección no hay ninguna". Como ha ocurrido en la elección del nuevo presidente de los Empresarios del Estado, donde veinteitantos hombres y una mujer han elegido a un hombre, of course, como responsable. "Es lo que hay", dice resignada.
¿Una receta para salir de la crisis?, se pregunta. "Hay que empezar a quitar los miedos; estamos paralizados y mirando a ver lo que hace el de al lado y sin movernos un ápice. Tenemos que ser más independientes y empezar a andar. El movimiento se demuestra andando", resume Isabel Iturbe, convencida de que si la mujer estuviera en puestos claves de la política todo iría mejor. "Sería más acorde con la sociedad en la que vivimos", remacha.