los baños. El desarrollo de un súper arroz resistente a los bruscos cambios climáticos para garantizar el sustento alimenticio mundial es el objetivo de los científicos de medio mundo que trabajan en un laboratorio de Filipinas.

Los expertos del Instituto de Investigación del Arroz (IRRI, en sus siglas en inglés), una institución sin ánimo de lucro ubicada a 60 kilómetros al sur de Manila, y de la Academia China de Ciencias Agrarias investigan desde hace doce años con el fin de dar con la composición del llamado súper arroz verde.

"Lo que intentamos es crear distintas variedades de arroz que ofrezcan un buen rendimiento a los agricultores con un menor uso de fertilizantes y que además sean resistentes a las condiciones ambientales desfavorables, como las inundaciones, la sequía, las bacterias, las malas hierbas o la alta salinidad del agua", explica Jauhar Ali, científico de esta institución.

En base a los datos de que al cultivo del arroz se destina cerca del 30% del agua que se emplea en todo el mundo con fines agrícolas y en Asia llega al 80%, los científicos persiguen crear una semilla que precise menor riego.

"Para el año 2025 calculamos que la demanda de arroz en el mundo se habrá incrementado, al menos, un 40 por ciento y a la vez entre 15 y 20 millones de hectáreas de arrozales sufrirán escasez de agua", apunta Ali.

Los científicos del laboratorio arrocero han dedicado ya más de una década a cruzar entre si alrededor de 250 variedades de grano y han experimentado con diferentes híbridos con el objetivo de lograr una semilla que permita cosechar más cantidad de arroz con menos agua y simiente.