La violencia machista se cobra dos nuevas víctimas en Jaén y Ciudad Real

Villacarrillo (Jaén). Dos nuevos casos de violencia de género que tuvieron lugar ayer elevan a seis el número de mujeres fallecidas, en lo que va de año, por esta causa. Una mujer de 44 años, R.M.F., murió apuñalada ayer por la mañana, supuestamente a manos de su ex pareja en la pedanía de La Caleruela, en el término municipal de Villacarrillo (Jaén). Además, una segunda mujer, de 43 años e identificada como J.M.M., fue hallada muerta sobre las 14.15 horas en el interior de su casa en Campo de Criptana (Ciudad Real) con heridas en el cuello, por lo que se barajó que pudo haber sido degollada, presuntamente por su marido. El hombre, M.A.T.S., fue encontrado en la calle, herido muy grave al tirarse después por el balón del segundo piso de la vivienda familiar donde ocurrieron los hechos. El alcalde de Campo de Criptana, Santiago Lucas-Torres, que reveló que el hombre llamó previamente a su hermana para contarle lo sucedido, señaló que la mujer, que tenía una hija de 13 años, no había presentado ninguna denuncia por malos tratos. En el caso de Villacarrillo, el supuesto agresor, A.G.A., de 45 años, que le asestó a la víctima, al menos, dos puñaladas en el cuello y en el abdomen, fue detenido y trasladado al cuartel de la Guardia Civil para prestar declaración la misma mañana del crimen. Según el alcalde de Villacarrillo, Francisco Montañez, la pareja "tenía problemas de tipo económico derivados de la crisis", motivo por el que tanto el presunto autor del crimen como la mujer se habían trasladado hasta Andorra para trabajar. Además, la víctima había ido a Jaén para realizar los trámites del divorcio. Precisamente, la mujer asesinada había regresado esa misma mañana a la localidad desde Andorra, y su ex marido la fue a buscar a la estación de autobuses para llevarla a su domicilio. Ya en la casa familiar, hacia las 10.00 horas, se produjo una discusión entre la pareja, durante el transcurso de ésta, el hombre apuñaló a la mujer en presencia de una de sus dos hijas. Un vecino, al oír las voces de la discusión, alertó a los servicios de emergencia. Tras la agresión, el hombre salió, "aparentemente tranquilo y sin síntomas de embriaguez" a la calle para alertar de sus actos a los vecinos.