madrid. La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) pidió ayer a la Fiscalía General del Estado que abra una investigación para identificar a los responsables de una trama que actuó en toda España, sobre todo entre los años 50 a 90, dedicada al robo y posterior venta de niños.

"Necesitamos que se abra una investigación con un criterio unificado en todas las fiscalías", aseguró el abogado de la asociación Enrique Vila Torres, quien entregó en la sede de la Fiscalía General documentación sobre 261 casos de afectados de todas las Comunidades Autónomas. La asociación también entregó partidas de nacimiento falsificadas, pruebas de ADN de afectados, declaraciones de padres que compraron a sus hijos y testimonios de enfermeras o enterradores.

"Entiendo que existía una red organizada que tenía capacidad económica, entre los captadores, los intermediarios de padres y las clínicas donde se facilitaban esos niños; evidentemente existía interconexión porque nunca los hijos robados acaban inscritos en las mismas ciudades en los que se robaban o nunca los padres eran de las misma ciudad donde se compraban", indicó el letrado.

Entre otros delitos, considera que se podrían haber cometido, dependiendo de la época en que ocurrieran los hechos, suposición de parto y trafico de niños (coger el niño a una mujer para dárselo a otra para que lo inscriba como propio), falsedad en documento público, coacciones y engaño a las madres biológicas.

Según el abogado, habría "un primer periodo, los años 40, cuando se cogieron niños de mujeres republicanas que estaban encarceladas, y otro, en la década de los 50, que se convierte en una trama mafiosa con una finalidad económica, en la que participan personas de izquierdas y de derechas y que dura hasta bien entrados los años 90".

Los afectados reclaman al Gobierno la creación de un banco de ADN para poder cruzar los datos de los denunciantes, ya que la organización calcula que podría haber 300.000 "niños robados" en España.

No obstante, el presidente de Anadir, Antonio Barroso, explicó que se ha llegado a un acuerdo con una entidad privada para que puedan registrar su ADN los afectados que lo deseen "por un precio económico".

Un centenar de afectados acompañaron al presidente y al abogado a la Fiscalía, portando pancartas y camisetas con lemas como Si dudas de tu identidad, únete a nosotros, nos podemos ayudar.

Entre ellos, Rocío García explicó que siempre supo que era adoptada (el 14 de mayo de 1980, en la Clínica Santa Cristina de Madrid), y que comenzó a investigar sus orígenes cuando sus padres le comentaron que habían dado un donativo de 50.000 pesetas. "Creí que era un caso único y para mi sorpresa he descubierto que somos muchos en toda España", dijo Rocío, y añadió que en Anadir hay "hijos apropiados, madres que buscan a sus hijos o hermanas que buscan a su gemela, por ejemplo".