Vitoria. La sala de espera de los servicios de urgencia de Pediatría del Hospital de Txagorritxu se quedó pequeña ayer una vez más. Contrario a lo que pueda parecer, no se puede achacar a la gripe ni a sus molestos síntomas en los más pequeños, agravados tras la vuelta al cole, sino más bien a la desaparición de la unidad de emergencias de Santiago. Una reordenación sanitaria que ha convertido al centro de Lakua en el único en toda la capital alavesa que ofrece en la actualidad este servicio de atención a los más pequeños.
Así al menos lo denuncia Iñigo Lemos, portavoz de la asociación vecinal de Salburua y uno de los padres afectados, que ayer por la mañana perdió la paciencia en la sala de espera del centro hospitalario. En concreto, desde las 10.00 horas, momento en el que trasladaron de urgencia al centro de la calle José Achótegui a su hija de 10 meses por una "alarmante" erupción. "Me pareció sumamente vergonzoso llegar allí y no tener sitio para sentarse. Había gente esperando en los pasillos o incluso en el área reservada de mayores, cuando no te puedes alejar demasiado porque si te nombran y no estás, pierdes la vez", critica este gasteiztarra, que aguantó dos horas hasta que su niña fue finalmente atendida.
En esta larga espera, a Lemos le dio tiempo a descubrir que la gripe no era la razón por la que quince niños esperaban, junto a sus acompañantes, en la "minúscula" sala, haciéndose hueco entre los cochecitos. "No es por epidemias ni nada por el estilo. Había desde niños como la mía con erupciones, a otros con golpes... Un poco de todo", describe. Lemos, como otros padres, culpa de la situación al sistema de reordenación de las urgencias de Pediatría aplicado por Osakidetza que supuso la supresión del servicio en Santiago. "Se han masificado los casos porque ya no existe otro punto de atención; tendrían que haberlo previsto", denuncia.