Vitoria. El guión se desarrolló de acuerdo a lo previsto. Aunque inicialmente se barajaba la posibilidad de que un comprador ofreciera algo más de 300.000 euros a cambio de la titularidad de la finca que ocupa el céntrico Hotel Páramo de Vitoria, finalmente fue la Sociedad de Garantía Recíproca Elkargi, principal acreedora de la dueña del establecimiento, la que se hizo con el mismo a cambio de entregar algo menos de 200.000 euros. Ahora, dadas las características de dicha entidad, cuya política no contempla la explotación de negocios, sólo resta que la propiedad se venda a un tercero. De hecho, el popular Hotel Páramo ya figura en la cartera de ofertas de varias firmas inmobiliarias de la capital alavesa.

La Sociedad Elkargi, dedicada a la financiación de pequeñas y medianas empresas, mantenía con la titular del Hotel Páramo dos hipotecas. Ante el impago de una de ellas, al parecer la de menor cuantía, demandó a la mujer ante los juzgados, que sacaron la finca urbana que ocupa el negocio a subasta judicial el pasado día 10. La valoración del inmueble, que forma parte del edificio ubicado a espaldas del portal número 32 de la calle Postas, al nivel de las calles Dato, General Álava, Independencia y Postas, con aceso por dos puntos del pasaje comercial, ascendía según consta en el edicto del Juzgado de Primera Instancia número cinco de Vitoria a 392.500 euros. No obstante, el mismo documento se advertía a los interesados en la puja de que las cargas o gravámenes anteriores, si los hubiere, al crédito del actor, continuarían subsistentes y sólo por el hecho de participar en la subasta se daba por sentado que el licitador los admitía y aceptaba quedar subrogado en la responsabilidad derivada de aquellos. Seguramente por esta razón sólo Elkargi concurrió finalmente al acto.

La ejecución hipotecaria solventada a través de la subasta judicial ha provocado, por lo tanto, que la propiedad del Hotel Páramo, uno de los más conocidos, antiguos y céntricos de la ciudad, cambie de manos. No obstante, hay que subrayar que Elkargi sólo se ha hecho con el edificio, ya que la explotación del hotel corre por cuenta de un arrendatario. Si la sociedad desea liquidar el contrato de alquiler con esta persona deberá abonar una indemnización, aunque ello no será necesario si el hotel encuentra comprador y mantiene su actual actividad.

Al parecer, algunas personas se han puesto ya en contacto con las agencias inmobiliarias que venden el hotel para interesarse por el inmueble. Una construcción que, dado su privilegiado emplazamiento en el mismo centro neurálgico de la capital alavesa, podría acoger un bloque de viviendas. Algo que, a pesar de la crisis de la construcción, sigue interesando vivamente a algunos promotores.