SEVILLA. En una nota, Andalucía Innova indica que se trata de un dispositivo que permitirá monitorizar a enfermos, tanto en sus domicilios como en centros hospitalarios. Así, un instrumento lector detectará e identificará el apósito en el que se integra el microcircuito RFID que, al activarse, emitirá en tiempo real los valores de los patrones fisiológicos medidos (temperatura y pulsaciones por minuto). De esta forma, se podrá obtener la información siempre que se requiera, a distancia, y "sin necesidad de molestar al paciente, por ejemplo, mientras está dormido".

El prototipo es fruto de un proyecto de investigación de excelencia que la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia ha financiado con 119.168 euros, cuyos resultados serán patentados una vez concluyan las pruebas de campo que se están realizando. La novedad del dispositivo estriba en la utilización de RFID a la monitorización. Actualmente, esta tecnología se aplica a la identificación de objetos y en un principio se concibió como sucesora del código de barras introducido a mediados de los 70. Sin embargo, los investigadores sevillanos amplían sus aplicaciones al ámbito de la salud y, en concreto, a la obtención de patrones fisiológicos (temperatura y ritmo cardiaco). El sistema de monitorización incluye dos dispositivos.

El primero es un lector que emite órdenes a un segundo: un microcircuito, denominado transpondedor, incluido en el apósito. El transpondedor diseñado es pasivo, esto es, no necesita ninguna batería ni para medir los patrones fisiológicos, ni para responder a los comandos del lector. En su lugar, el transpondedor reutiliza la señal radiada por el lector para generar y almacenar su propia energía de funcionamiento.

Además, la respuesta del transpondedor se realiza mediante la reflexión controlada, de acuerdo con los datos a transmitir, de la señal electromagnética emitida por el lector. "El principio de funcionamiento es similar al de una linterna que ilumina un objeto", explica el coordinador del proyecto, Manuel Delgado Restituto, que añade que "mientras la linterna está apagada, no podemos distinguir nada. Sin embargo, cuando la encendemos, logramos precisar la forma y colores de aquello que iluminamos y, esto es así, por la manera en que el objeto refleja la luz incidente, no porque tenga capacidad per se de irradiar luz".

La comunicación con la tirita se establece a frecuencias ultra altas (UHF)."El prototipo del apósito electrónico opera en la banda de alrededor de 869 Megaherzios, tiene un alcance superior a cinco metros y es compatible con la mayoría de lectores RFID comerciales en la citada banda", precisa Delgado, que reconoce que aunque no contemplan en este proyecto el desarrollo de lectores dedicados o de 'software' específico, una empresa andaluza ya se ha interesado por el apósito.