washington. La petrolera británica BP y otras empresas asociadas redujeron costes y contribuyeron así al accidente que el pasado 20 de abril provocó un gran vertido de crudo en el golfo de México, según concluyó ayer la comisión de la Casa Blanca encargada de analizar esta tragedia medioambiental, la mayor de este tipo que ha sufrido Estados Unidos.
Los investigadores determinan que las compañías encargadas de explotar el yacimiento de Macondo no establecieron un sistema para garantizar la seguridad de la extracción. En el incidente murieron once trabajadores de la plataforma Deepwater Horizon. "Fuera útil o no, muchas de las decisiones que tomaron BP, Halliburton y Transocean hicieron que al incrementar el riesgo de la explosión de Macondo claramente esas compañías ahorraran un tiempo" y un dinero significativos, se lee en el informe de la comisión, la cual no es competente para penalizar a los culpables ni para establecer nuevas políticas. No obstante, sus conclusiones podrían ser útiles en los procesos judiciales.
La comisión contradice su informe inicial de noviembre, en el que no se facilitaban pruebas de la reducción de costes. Poco después los miembros del órgano filtraron a la prensa una lista de decisiones que hicieron las empresas de Macondo.
informe completo La semana que viene la Comisión hará público su informe completo, en el que se determina que el suceso no fue un incidente aislado ocasionado por "la industria negligente o funcionarios del Gobierno". "Las causas de raíz son sistémicas y, dada la ausencia de reformas significativas tanto en las prácticas de la industria como en las políticas gubernamentales, podría repetirse", se lee en el documento.
La Comisión enumera los principales errores de BP, Halliburton, que supervisó la cementación de la plataforma, y Transocean, propietaria y operadora de la "Deepwater Horizon". A BP le recrimina que no utilizara ningún instrumento para evaluar el estado del cemento. El "error fundamental" de la británica habría sido su confianza en que el cemento sería una barrera eficaz frente al avance del crudo y del gas.