vitoria. El País Vasco es la comunidad autónoma con un mayor gasto sanitario por habitante (1.563 euros), mientras que Navarra ocupa el segundo lugar de esta clasificación (1.528 euros), según los datos facilitados ayer por la federación de asociaciones para la defensa de la Sanidad pública.

Esta organización ha destacado la disminución del gasto medio presupuestado per cápita para 2011 respecto a 2010, al pasar de 1.343 euros el año pasado a 1.288 este ejercicio, lo que supone una reducción del 4,11%. Por comunidades autónomas se observan diferencias importantes y sólo ocho de ellas se sitúan por encima de la media. Así, tras Euskadi y Navarra, las comunidades con mayor presupuesto sanitario por habitante son Asturias (1.495 euros), Extremadura (1.390), Aragón (1.364), Castilla y León (1.348), La Rioja (1.347) y Murcia (1.346). En el extremo contrario se sitúa Baleares, que destina apenas mil euros por habitante; seguida de la Comunidad Valenciana (1.078), Madrid (1.103), Andalucia (1.121), Canarias (1.135), Cantabria (1.232), Galicia (1.266), Castilla-La Mancha (1.283) y Cataluña (1.292).

En vista de estos datos, la federación ha puesto de relieve que los presupuestos sanitarios de las comunidades son "globalmente insuficientes", lo que evidencia que "la crisis la está pagando la Sanidad pública". Según esta asociación, el modelo de financiación autonómica no ha supuesto mejoras en los presupuestos sanitarios, debido a su carácter finalista.

carestía de los servicios Mientras los defensores de la Sanidad pública censuran el recorte presupuestario de los gobiernos autonómicos, estos lamentan la carestía de los servicios que se prestan a los pacientes hasta el punto de que, en ocasiones, hablan de lo "insostenible" del actual sistema. Y es que, la estancia de una noche, por ejemplo, en la nueva Unidad de Cuidados Intensivos de Txagorritxu supera con mucho los 1.200 euros, el doble que una cama convencional hospitalaria, según explicó Francisco Villar, director-gerente del centro, durante la apertura de algunos de los servicios más vanguardistas, como la nueva UCI o el nodo del Biobanco, realizada en noviembre.

El jefe de su servicio de Urología, Antón Arruza, desveló, por su parte, que una operación de cáncer de próstata realizada con el robot quirúrgico Da Vinci viene a costarle al hospital un total de 3.500 euros, cifra que puede demostrar a los escépticos "todo lo que aporta al paciente la Sanidad pública". No es de extrañar, por el ello, que Osakidetza también haya elaborado su propia hoja de ruta en la que se incluyen las medidas a adoptar para que el gasto sanitario se reduzca.