El año que acabamos de dejar atrás ha sido el más frío en Euskadi desde 1992, como demuestran los 16 grados bajo cero que registró el mercurio de Peñacerrada el primer día de 2010. Un ejercicio que, además de gélido, ha estado a punto batir, por un solo día, el récord de jornadas con nieve, con un total de 19 contabilizados, según los datos de la Agencia estatal de Meteorología. Vitoria, en concreto, con 22 días blancos, no veía tantos copos desde 1945.

Por contra, las precipitaciones en forma de lluvia brillaron prácticamente por su ausencia, puesto que 2010 fue claramente seco en Álava, debido al déficit de precipitaciones registrado durante el verano. En total, en el interior llovió 171 días, 23 más del valor medio del mismo período, pese a la escasez del total anual. Enero, junio y noviembre fueron los más lluviosos.

Gélido invierno

Fue frío tanto en el interior como en la costa. Tanto es así que abundantes días de nieve llegaron a la costa. El Observatorio de Igeldo se quedó a un solo día de batir el número de días de nieve anual. El frío protagonizó los meses de enero y febrero, aunque a finales de este último cambia la tendencia y la temperatura se suaviza. El día 10 de enero fue el más gélido, batiéndose los registros anteriores de ese mismo mes, como con los -14 grados de Eskalmendi y los -16 de Peñacerrada registrados el primer día del año. Cabe destacar el paso de la ciclogénesis del 27 de febrero, que hizo superar las jornadas de viento en este territorio. En este sentido, marzo, junto con noviembre, son los meses con las que más fuerza sopló eolo.

Cálida y lluviosa primavera

Se caracterizó por ser cálida y lluviosa en el interior, batiéndose récord de días de precipitación total mensual. El período más cálido correspondió al mes de abril, que provocó registros extremos de temperatura máxima a causa del viento sur por culpa del paso de sucesivas borrascas atlánticas. Como fenómeno, destaca el dominio sobre el Cantábrico que instauró el anticiclón de Azores en el mes de junio.

Un verano muy seco

El comienzo de esta estación estuvo marcado por el anticiclón de Azores, que sólo se retiró para dejar paso a la masa cálida de la Meseta, a principios de julio y finales de agosto. Las temperaturas máximas y mínimas son muy suaves, salvo en esos períodos. El verano fue normal, desde el punto de vista termométrico y muy seco, de acuerdo a las precipitaciones caídas en Álava. De hecho, la suma de este territorio de las lluvias de julio y agosto obtuvo el segundo mínimo desde 1945; sólo en 2008 este registro fue menor. "Desde 2005, los veranos en Vitoria registran precipitaciones muy inferiores a lo normal", informa la Agencia estatal de Meteorología. La ausencia de lluvias y, en consecuencia de nubes, hizo que las horas de sol fueron claramente superiores a lo normal. La localidad más agraciada con los rayos de Lorenzo fue, de nuevo, Hondarribia con el tercer verano más soleado desde 1956.

Pocas horas de sol otoñales

Desde mediados de octubre es patente el enfriamiento de la atmósfera, a todos los niveles. De hecho, desde esa época se inicia un período frío y lluvioso en el que seguimos inmersos. Octubre, noviembre y diciembre arrojan valores inferiores a lo normal en temperatura y superior a la media en precipitación. En el Observatorio de Igeldo se registra el segundo noviembre más lluvioso desde 1928 y el tercero con menos horas de sol desde la misma fecha. Además, el paso sucesivo de borrascas del Atlántico provoca registros elevados de recorrido mensual de viento en la cosa.

Y 2011. ¿Cómo se presenta el nuevo año? Las predicciones indican que el primer trimestre también será más frío de lo normal.